El
Destete.
Podemos
nombrarlo como:
1-
La etapa donde se ofrecen nuevos alimentos al niño que ya no dependerá sólo de
la leche materna.
2-
El momento cuando se deja de ofrecer y dar lactancia materna, este puede ser
guiado por el niño o inducido por la madre.
La
OMS recomienda la lactancia materna hasta los dos años de edad y más si la
madre desea continuar.
La
edad del destete por parte del niño se da mayormente después de los tres años
de edad, cuando culmina la etapa oral y la necesidad de succión disminuye
mucho.
Sin
hacer nada TODOS los niños/as terminan destetándose.
Hay
otros factores que influyen:
Enfermedad
de la madre no compatible con la lactancia.
Sociales,
suelen ser los más comunes, la madre siente gran presión emocional para que
deje de dar pecho a su hijo/a.
Existen
muchos prejuicios en torno a la lactancia materna más allá de los dos años de
edad (incluso antes).
Lo
ideal es que sea la díada madre-hijo/a quienes decidan la culminación de la
lactancia materna. El padre si está presente debe apoyar pero no presionar.
El
destete para el niño/a es la perdida de su paraíso, no olvidemos que Ama-mantar es
más que leche, es consuelo, cariño, calor y olor de mamá.
Tiene
para el niño un alto valor emocional, por eso no debe forzarse, salvo que sea
estrictamente necesario destetar de un momento a otro.
Cualquier
recomendación para destetar que no esté alineada con las necesidades
emocionales de los pequeños, es una total y absoluta arbitrariedad.
Debemos
tomar en cuenta al niño y lo que empezó como un acto de amor debe culminar de
la misma manera, sin chantajes,
presiones ni colocarse nada sobre los senos para que el niño/a lo
aborrezca.
Si la madre toma la decisión de destetar
puede tener sentimientos encontrados incluso sentirse “mala madre” por la
decisión tomada.
A veces no culminan el destete al ver que
los niños no lo toleran bien y vuelven amamantar con gran felicidad.
Algunas
madres se tranquilizan al saber que el destete natural está entre los dos y
siete años de edad y que NO EXISTE ni una sola evidencia científica que
demuestre que amamantar más allá del año,
los dos o más pueda hacer daño físico o psicológico a los niños/as.
La
llamada “Agitación de la lactancia Materna” puede inducir a la madre a realizar
un destete si no sabe reconocer las señales:
Se
da una molestia en el cuerpo al amamantar sobre todo si son niños mayores de un
año, si la madre amamanta en tándem o si le “sintonizan” el pezón.
Tener
alguien con quien hablar del tema puede ayudar a hacer transitoria esta etapa,
porque la madre puede sentirse mal emocionalmente hablando.
Los
grupos de apoyo entre madres y padres son vitales en la etapa de lactancia
materna y crianza.
El tiempo que puede tardar el destete
depende de cada niño/a, de su condición y personalidad. Lo que debemos tener
claro es que al destetar debemos ofrecer al niño otras alternativas.
Si
es la madre quien desea destetar es totalmente válido y respetable, sobre todo
si no se siente cómoda o está “cansada” de años de dar lactancia materna.
Posibles
estrategias:
No ofrecer
pero No negar es uno de las alternativas más usadas para ayudar al niño/a a
dejar la lactancia materna.
Si es
un niño/a de menos de tres años de edad debemos tomar en cuenta la alta
emocionalidad de esta edad.
Mientras
más pequeños son los niños/as, las tomas nocturnas son las más difíciles de
quitar por lo tanto lo mejor es que sean las últimas del proceso del destete.
Estas se pueden ir cambiando por canciones suaves, caricias, masajes y el padre debe involucrarse durmiendo al niño/a.
Es
buena estrategia buscar alternativas fuera de casa por ejemplo ir al parque,
jugar, desfogar, etc.
Por
supuesto, hablamos de las tomas que hacen por necesidad emocional y no por
hambre, las necesidades nutricias siempre deben estar cubiertas sanamente.
Negociar
las tomas nos puede servir con los niños/as de más de tres años, por ejemplo,
no tomamos teta en la calle sino en casa.
Depende
de cada niño/a lo aceptan o no de buen agrado.
Las
tomas nocturnas pueden ser las más difíciles de negociar.
El
destete por abandono NO se debe llevar a cabo porque estamos privando al niño
no sólo de la leche materna sino también del contacto afectivo y la presencia
de su madre, esto le genera frustración y tristeza.
Si
el niño/a insiste en tomar del pecho, se le puede dar un poco y con cariño
invitarle a otra
actividad.
Si
se congestionan los pechos en el proceso, se debe sacar un poco para aliviar,
pero no extraer mucho para no producir más.
No
olvidemos lo significativo que es el pecho para el niño, por eso el proceso del
destete no debe coincidir con otros cambios como el nacimiento de un hermano/a,
entrada a guardería, etc.
Debemos
tomar en cuenta que si se desteta a un niño cuando aún sus necesidades de
succión no han sido satisfechas, pueden empezar a chuparse el dedo o comerse
las uñas, y algunos padres no lo aceptan.
Cuando
hay que destetar de manera forzada a un niño por enfermedad o un accidente es
de vital importancia que madre e hijo/a tengan mucho apoyo y comprensión.
La
página de
e-lactancia
debe ser conocida por todos los implicados en la lactancia materna como apoyo
para conocer sobre la compatibilidad entre medicinas y lactancia para no forzar
destetes sin necesidad.
Janeth Ivimas.
Nuestro pasado
evolutivo ha creado un organismo que delega en la lactancia el suministro del
contexto para el desarrollo físico, cognitivo y emocional. Los datos sobre
primates no humanos sugieren que los niños humanos están diseñados para recibir
todos los beneficios de la lactancia durante un período mínimo de 2 años y
medio y un aparente límite máximo de unos 7 años. La selección natural ha
favorecido a los niños que presentan una fuerte predisposición genética a
esperar ser amamantados varios años desde su nacimiento, por lo que el instinto
de mamar permanece fuerte en ellos durante todo este período. Hoy en día muchas
sociedades pueden satisfacer las necesidades nutritivas de los niños a partir
del tercer o cuarto año de edad con alimentos de adultos modificados. Las
sociedades industrializadas occidentales pueden compensar algunos (que no
todos) los beneficios inmunológicos de la lactancia por medio de antibióticos,
vacunas y mejoras sanitarias e higiénicas. Pero las necesidades físicas,
cognitivas y emocionales de los niños persisten. Los profesionales de la
asistencia sanitaria, los padres y el público en general deberían tomar
conciencia de que entre los tres y los siete años es una edad razonable y
apropiada para destetar a los humanos, por poco habitual que sea amamantar a un niño cuando ya ha dejado de
ser bebé.
La Liga de la Leche.