Las madres
tenemos mucha presión desde el mismo momento de la gestación, nos instan a
seguir teniendo una vida “normal” cuando no es secreto que tenemos un antes y
un después de la llegada a nuestras vidas de los hijos.
Las madres
necesitan apoyo, espacio y cuidados emocionales no solo en el puerperio sino a
lo largo de toda la crianza de sus hijos.
Señalar,
juzgar y criticar no aporta nada a la relación madre-hijo, por el contrario
puede sumir a la mujer en depresión, angustia y sentir mucha culpa.
El colecho y
la lactancia materna no son para "practicar" con obligación, se hace
desde el respeto al niño y a uno mismo.
Algo que
agobia mucho a las madres es no disponer de un par de horas por lo menos a la
semana para hacer algo que guste (un café con amigas, una manicure, algo de su preferencia que le haga sentir
bien y recuperar energías y espacio emocional) o simplemente leer un libro.
Para esto
debes pedir ayuda a tu pareja o alguien de confianza que pueda darte una mano
con tu niño.
Por ley los niños
siempre tienen un comportamiento diferente con la madre, claro!!!! es su madre
y a quien más confianza le tienen.
Debes buscar
la manera de darte un tiempo, de pedir y aceptar ayuda. Sobre los despertares,
el sueño es un proceso evolutivo, no por destetar va a dormir mejor, lo que si
te ayudará es relajarte, porque los niños sienten y presienten nuestros estados
de ánimo y los hacen suyo, no se trata de vivir en constante modo Zen, sino de
ser conscientes que ellos absorben nuestra energía, así podremos buscar
canalizar mejor.
La Crianza
Respetuosa es disfrutar de nuestros hijos, con nuestros defectos y virtudes,
buscando cada día mejorar un poco como personas, no es fácil pero si se puede.
Janeth
Ivimas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario