jueves, 21 de enero de 2016

Infancia.

Observo, por donde mire, un movimiento hacia la solidaridad, la sensibilidad, la hermandad...
Grupos de apoyo a ancianos, enfermos, indigentes, etc...
Grupos de fortalecimiento espiritual, autorrealización, equilibrio, paz interior y muchos mas...
Veo y veo muchas publicaciones invitando a abrazar al amigo, reconquistar a la pareja, aceptar al diferente, perdonar, agradecer, y otros mil etc mas...
La lista es interminable!!!
Parece que estamos en una conciencia de la necesidad de los adultos de ser contenidos, comprendidos, confortados, amados...
Y no puedo dejar de pensar que el origen de todo es mucho antes!!!
Dejamos llorar a los niños, aconsejamos dejarles solos para que "resuelvan" y aprendan que "no pueden manipularnos" que no mandan, que deben "adaptarse" y sobretodo ser "independientes"
Propinamos grandes momentos de soledad, desolación, angustia, miedo, ansiedad, inseguridad, sumisión, silencio y desamor a los bebés y niños, y, luego invertimos mucho de nosotros mismos, dinero, tiempo, energía, intención y mas, en sanar a los adultos tristes, insatisfechos, frustrados, amargados, solitarios, desconectados, indiferentes, inhumanos, incrédulos...

Por favor, vamos a cambiar esta realidad! Carga, mima, acaricia, colecha, portea, amamanta, atiende, observa, protege, prioriza, cree, consiente, acompaña, sostén, escucha, disfruta a tu hijo y tendremos mucho menos "trabajo" con los adultos!!!
Ingrid C. Pereiro G. 

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