Muchas veces las familias son
blanco de las constantes críticas de parte del entorno, incluso personal
médico, vecinos y hasta el panadero.
Es cansado, muy cansado que de
repente todo el mundo se crea con el derecho de opinar (incluso de manera
despectiva) sobre nuestro modo de criar, educar y alimentar a nuestros
hijos/as.
No lo hacen por mal, lo hacen
desde lo que saben y desde sus creencias y convicciones.
¿Qué hacer?
Hay dos maneras (que yo sepa).
Una es asentir para no
engancharse y hacer lo que se quiere o desea.
Otra es intentar explicar a ver
si les queda algo, esto no siempre es bueno porque se termina casi siempre en
disgustos y en yo crié 5, 6 9,y allí están (pero no se dan cuenta como están
por lo menos emocionalmente hablando) entonces hay que poner sanos límites a los
adultos, si no, no te dejarán criar y educar en paz, es mentira que por ya
haber criado saben más, justo por haber criado deben dejar que las madres
recientes se descubran en la maternidad y apoyar, no interferir, menos
violentando lo que las madres desean hacer en pro del bienestar de sus hijos.
Janeth Ivimas.
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