lunes, 27 de junio de 2016

La buena educación comienza en casa.

Pasa debajo del torniquete….
Todos los Padres y Madres del mundo deseamos los mejor para nuestros hijos, eso es indiscutible, pero muchas veces erramos sin querer o sin saber.
Veo como los adultos responsables directamente de la formación (o deformación) de los valores en los niños no dan el buen ejemplo para que los pequeños tengan referentes y copiar sanas conductas y proceder en la vida de manera correcta lo más posible, el aprender actuar de buena fe seas visto (o vigilado) o no.
Los niños son esponjas que absorben todo, eso lo decimos siempre los adultos pero igual a veces incurrimos en errores sin saber que los pequeños nos copian e imitan a lo largo de todo el día y por lo tanto cualquier oportunidad es una ocasión para educar o mal-educar porque todo aquello que ellos ven en los adultos lo toman como bueno e incluso digno de imitar.
Si dictamos unas pautas y obramos de manera diferente, los niños igual van imitar nuestros comportamientos y manera de proceder en la vida diaria.
El Sistema de Transporte del Metro de Caracas es una “oportunidad” para ver como los adultos somos tan contrario a lo que predicamos, queremos hijos que sean leales y no roben pero cuando llegan con niños de más de 4 años (los menores de 4 años ya sabemos que no pagan transporte) y los pequeños piden su ticket para pasar, se escucha un rotundo:

Pasa debajo del torniquete….
Con variantes como “Pasa debajo del torniquete que NADIE te está viendo”, muchas veces con “empunjocitos” para acelerar el paso….
Y así , con ese ejemplo, como podemos esperar que nuestros niños aprendan “buenas costumbres”, esas que tanto nos empeñamos en decirles que deben tener pero muchas veces nosotros mismos no podemos actuar de buena fe y haciendo lo correcto, en este caso darle un ticket cuyo costo es de Bsf 4 que con ese monto no se compra nada en este momento.

Seamos sabios, eduquemos con buenos ejemplos, el país lo necesita, el mundo le necesita, tu hijo lo necesita, la buena educación comienza en casa.
Janeth Ivimas