miércoles, 25 de septiembre de 2013

El entorno, el niño, la madre y los parecidos.



Toda una paradoja….

Si el niño demuestra creatividad e incentivo no es porque ha crecido en un ambiente libre que ha respetado sus necesidades, sino porque esa desbordada creatividad la ha heredado de algún familiar.

Si el niño tiene un mal día como lo tendría cualquier adulto es porque el “mal carácter” lo ha heredado de la madre que de paso le “perdona” todo cual ser omnipotente.

Si el niño es un alma libre y feliz es porque se parece a tal o cual de la familia, no porque en el hogar tenga libertad de ser y hacer, enseñándole y guiándole claro está el respeto que merecen los demás (siempre y cuando “los demás” le respeten)


En general, esa parte que explica la ciencia que los hijos son 50% de la madre y 50% del padre (genéticamente hablando) se pierden al momento del entorno echar “flores”  sobre las habilidades intelectuales o artísticas de la criatura, pero sorpresivamente aparecen  para “explicar“ los “malos” comportamientos infantiles.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Un nuevo comienzo...

Hola, primero que nada quiero agradecer a Janeth la petición de colaborar en el blog.
Quiero contar brevemente que viví un pasado envuelto en conflicto,violencia física en diferentes grados,humillaciones,rechazos,ninguna sensibilidad emocional...

Desde siempre a algún nivel algo en mi supo que lo que ocurría no estaba bien.Que no era normal recibir una paliza que casi pudo matarte y que la otra figura de referencia lo observara sin inmutarse. Con el tiempo algo en mi desconectó del dolor físico, y con él a un cierto nivel también el emocional.Normalicé y creí que agresión es amor, por que no tienes otro punto de referencia.A otro nivel durante mucho tiempo viví sintiéndome profundamente herida y dañada.


Fui comprendiendo que quien me agredía físicamente estaba atrapada/o, al igual que quien se "quedaba" aparentemente fuera de la situación sin protegerme....igualmente atrapado por tanto.Con el tiempo dejé de preguntar por qué, pues entendí que los motivos que les llevaban a las personas a hacer lo que hacían no se podían entender desde la mente sino desde el corazón. Y después pasé a tomar conciencia de todo el miedo que había pasado, y poco a poco había (sin darme cuenta del todo), dejado de culpar, y por tanto dejado de sentirme una víctima.A un nivel de hechos fui victima, pero a un nivel interno me di cuenta que tras la rabia no hay mas rabia, tras el dolor no hay más dolor,tras el miedo no hay más miedo...y que el sufrimiento es opcional.

Igual que durante mucho tiempo,años, no pude parar de preguntarme cícliclamente por qué...mi cabeza era un auténtico manual de teorías de familia, maltrato,intervención...sutilmente la culpa seguía sosteniendo el conflicto en mi mente.Cuanto más pensaba más sufría.

Del mismo modo conforme empecé a liberarme de las emociones, recuperando mi presencia, etc... fui descubriendo un mundo nuevo que se generaba dentro de mi,se liberaba ....sensibilidad,emoción, amor,esperanza,fe...

Empecé muy joven en temas de desarrollo personal,mi lema era: no repetir... durante mucho tiempo decía no querer tener hijos...y la culpa seguía ahí un poco más de tiempo...Como también la dirección clara de no repetir....y durante un tiempo te crees tan profundamente "mala" que ni siquiera puedes iniciar un trabajo verdaderamente honesto contigo (no vale con decir que no quieres repetir, has de entregarte con fuerza sabiendo de ante mano que eres inocente y hacer un trabajo honesto). La mente se crea muchas excusas y justificaciones para no hacer el proceso,y mientras no te liberes; queda resentimiento, rabia, tristeza, dudas, miedo, negación, vergüenza, culpa (etc) no estarás disponible emocionalmente para tu/s pequeños.... Es más, me atrevo a decir que la mente en conflicto(no liberada) a algún nivel quiere reeditar,ya sea enmascarado de miedos,dudas etc...si estás en rabia,resentimiento,odio,tristeza,melancolía,miedo,dudas,ansiedad,culpa...sigues sosteniendo a algún nivel el conflicto....pero yo sé que lo que quieres es estar emocionalmente disponible,y que en verdad lo que quieres hacer es liberarte de todo el sufrimiento (la mente es sutil a la hora de engañarnos, por eso es básico entrenarse bien).

En mi caso, solo cuando encontré una persona completamente amable, que me aceptaba así tal cual era pude empezar a hacerlo...todo lo que había hecho anteriormente sirvió, pues al conectar con esa amabilidad que tiempo después descubriría que era la mia propia y habitaba dentro de mi....hizo que todo encajara de un golpe....y entendiera (desde un nivel sentido) que no fue culpa  mia, que no fue culpa de nadie...que no había victimas ni verdugos...que podía liberarme de la historia que creía ser, y liberar a los personajes que habían interpretado ese papel,liberarme del tiempo, del pasado y dejar de imaginar y suponer historias catastróficas de repetición....que ahora desde el presente todo el conflicto estaba en mi mente.

Pasó más tiempo,seguí liberándome de creencias limitantes...y seguí viviendo...relaciones de amistad, de pareja....cambiantes en función también de mis cambios internos...no todas mis relaciones han sido maravillosas...pero sí acordes a mi desarrollo interno y ahora lo puedo ver...y del mismo modo algo amable, amoroso,sensible....fue aflorando en mi....vi que eso no podía quedarse en mi ,que era bueno para compartirse....y así otras personas empezaron también a conocerlo....con experiencias distintas empiezas a conocer otras facetas de amor....a dejar ideas falsamente aprendidas y a conocer desde la experiencia que el amor existe, que lo habías olvidado...y llega ese momento en que lo Sabes. Aprendes a construir una nueva idea de amor en tu vida, a detectar que no quieres más, que sí quieres y a sentirte con derecho de ir en esa dirección.

Y de rebote llega la pregunta de: ¿Pues otro tipo de crianza será posible no?....y en cuanto te lo preguntas....encuentras....fuera y sobre todo dentro de ti. E inicias el mismo proceso ahora con el tema de Crianza. Hasta que llega ese punto en que las preguntas cesan, por que las dudas remiten... y ya no hay más preguntas, ni más palabras....solo sientes, te apoyas si es necesario, y todo se vuelve natural...como siempre fue y ahora lo recuerdas.

Ni que decir tiene que nací para ayudar a los demás, por eso tengo mi propia consulta donde atiendo a personas que junto a la amabilidad emprendemos este camino de vuelta juntos, donde la distancia no importa pues las nuevas tecnologías permiten estas cosas.

Para lo que necesiten pueden contactarme en : mangelescrear@gmail.com


Gracias, y nos seguimos contactando.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Una Nueva Paternidad


Este es un libro que me enorgullece enormemente presentar, no solo porque  me incluya entre sus autores o por el hermoso prólogo que escribió mi admirado pediatra Carlos González; sino porque me parece, además de revolucionario, necesario… y de urgente difusión.
Sé muy bien que no es el primer libro que se escribe sobre paternidad, pero a diferencia de los que hasta el momento conozco o he leído, este es muchísimo más que una especie de manual de instrucciones o guía práctica de crianza “moderna”. Para mi es más bien como una apertura total de corazón, como pocas veces veo cuando se trata de “conversaciones de hombres”, a menos que se esté hablando de fútbol o de política.
Más que palabras, lo que leerán acá es el alma (desde lo más profundo) de una gran mujer y  de siete valientes hombres.
¿Que por qué valientes? Pues porque, como bien sabemos, vivimos en un mundo donde la masculinidad suele estar a miles de kilómetros de la ternura y las emociones naturales (especialmente cuando de paternidad hablamos). 
Y por supuesto que no es nuestra culpa, pues ¿Qué es lo que se nos enseña desde muy pequeños? Entre otras cosas que no debemos llorar, que no debemos usar determinados colores o jugar ciertos juegos porque “son de niñas”, que no debemos estar muy pegados a mamá porque seremos unos mimados, ¿Y en cuanto a  papá? Pues que ni se le ocurra cargarnos o abrazarnos mucho, pues no le respetaremos jamás y nos volveremos unos “afeminados” ¿Les suena?
También me encuentro frecuentemente en la calle y en las charlas que suelo dictar sobre el tema, a muchas personas juzgando a algunos hombres (por no decir a todos) de no involucrarse lo suficiente en la crianza de sus hijos, de no ser más que proveedores en vez de protectores, de no escuchar a su pareja (Uy, cuantas veces escucho esto), de ser demasiado rígidos en la formación y educación de sus hijos, especialmente cuando estos son varones.
Y ni hablar de la paternidad ausente; desde el hombre que decide huir y desentenderse de la responsabilidad que tiene sobre sus hijos, hasta el que decide asumir la manutención pero se ausenta emocional y a veces hasta físicamente.
También suele juzgarse a los papás que siguen en casa, pero sin conectarse ni comunicarse; una forma muy sutil de ausencia tan común que muchos la consideran normal.
Y si analizamos bien el tema, veremos que se juzga a hombres que no hacen más que repetir lo que desde pequeños se les enseñó. Que no hacen más que reflejar lo que la sociedad a través de su familia, educadores y el entorno adulto les repitió una y otra vez desde que eran apenas unos bebés.
Es por eso que considero urgente la difusión y promoción de una paternidad conectada, empoderada, amorosa, responsable, conciliadora, respetuosa y consciente… especialmente eso, consciente.
Los cambios que con urgencia requiere la sociedad en que vivimos, deben empezar a gestarse desde nuestros corazones, reflejarse desde allí a nuestras familias y a nuestros hogares, para desde allí proyectarse hacia el mundo. Pero hemos estado tratando de hacer lo contrario desde hace muchísimo tiempo; tratamos de corregir el desastre desde afuera, mientras ignoramos la misma raíz: la violencia y la desarmonía imperantes en lo más profundo de nuestro ser.
Una Nueva Paternidad es una apuesta total por el cambio, por el verdadero amor, ese que no requiere de máscaras para dejarse ver y hacerse escuchar. Pienso que quizás por eso mismo, algunas personas no creyeron en nosotros; pero afortunadamente otras sí lo hicieron, y acá está materializado un sueño, al alcance de todos ustedes.
Espero les guste, les mueva tanto y les ayude a sanar, así como lo hizo con cada uno de los que participamos en él, de eso estoy seguro… sin más que agregar acá les dejo un libro escrito por 8 almas que decidieron dejar de callar lo “incallable”, que soñaron e hicieron lo que creyeron correcto, y que no se cansarán nunca de seguirlo repitiendo al mundo: Una Nueva Paternidad!
(Elvis Canino)

Una Nueva Paternidad
Editorial La pedagogía Blanca 2.013
(N° 1 en Amazon a 24 horas de su lanzamiento)
Autores:
Mireia Long
Armando Bastida
Alejandro Busto
Elvis Canino
Carlos Costa
Álvaro Espejo
José Ernesto Juan
Ramón Soler
Con un Prólogo de lujo del Dr. Carlos González (Pediatra, Autor de Bésame mucho entre otros libros, Defensor acérrimo de la Crianza Respetuosa)
Más información acerca de los Autores y la Editorial La Pedagogía Blanca: 
http://pedagogiablanca.com/editorial/autores/


lunes, 9 de septiembre de 2013

¿Crecer a su sano ritmo?



Esto pienso cada vez que alguien aprueba o desaprueba que Mariana sepa esto o aquello a su edad, dos años, dos meses.

Normalmente, me preguntan si Mariana hace alguna cosa (habla, toma teta, cuenta números, comparte, dejó los pañales) e inmediatamente me preguntan su edad. Antes que digan nada ya se cuál es la intención: determinar si está adaptada al ritmo de los demás niños de su edad. 

Si mi hija no hace alguna cosa que ya debería haber hecho, asumen dos cosas: 
1.- Que yo no la estimulo. Y es verdad, no quiero invertir mi tiempo en motivarla para que esté al ritmo de los demás. La vida es corta así que hay que disfrutar cada etapa como venga, bueno, eso pienso yo. 
2.- Que Mariana sufre algún retraso o patología por lo que hay que llevarla con un especialista. Pues, me presento, "mucho gusto, mi nombre es Louisiana Panagua. No me preocupan los "retrasos" de aprendizaje que "pueda" tener mi hija en comparación con la media. 



Eso sucede porque yo misma no soy una mamá de "la media". Soy una mamá rara. Prefiero invertir mi tiempo en sanar mis heridas de la infancia y de vida (que todos tenemos aunque no lo queramos reconocer) para enseñarle a Mariana un mejor patrón conductual del que me dejaron mis padres (a quienes amo porque hicieron lo mejor que pudieron con las herramientas que tenían). Como estoy llena de defectos y conflictos emocionales, y Mariana va aprendiendo TODO lo que me ve hacer, quiero invertir mi tiempo en cambiar yo para que ella aprenda de mis cambios.

Por otro lado, personalmente no me gusta que me presionen, siempre lo he considerado una forma de violencia, por eso no me gusta presionarla. Claro, también está la motivación, pero desde mi punto de vista, la motivación que viene desde la percepción del adulto, desfigura el ritmo del niño. Entonces, trato de respetar su ritmo, que sea su propio interés el que la motive a aprender cosas nuevas, que reconozca sus propias limitaciones para que las use como trampolín para conquistar nuevas habilidades.


Tenemos un largo camino por delante. A mi me toca explorarme interiormente porque quiero corregir lo que le proyecto (con todo y mis metidas de pata). En esta misma medida no le sirvo a Mariana de sombra, sino de luz, no para guiarla sino para acompañarla en su propio camino hasta que ella quiera.