lunes, 28 de octubre de 2013

Declaración de total confianza en los niños

1. El comportamiento propio de los adultos madura en el momento en que somos adultos.
2. No tener expectativas significa no sufrir decepciones y no ejercer una presión perjudicial sobre el niño. 
3. Los niños responden mejor al modelo y el liderazgo, no al control. 
4. Confía… y espera. 
5. Elige entre tu conveniencia momentánea y tus objetivos a largo plazo sobre el modo en que tu hijo se verá a sí mismo. 
6. Disfruta de tu hijo por lo que es, no por lo que te gustaría que fuera: nunca va a volver a tener esta edad. . Distingue entre tus necesidades emocionales y los sentimientos y necesidades de tu hijo. Actúa hacia tu hijo en armonía con sus necesidades; preocúpate de tus necesidades emocionales en otra parte. 
8. Celebra que tu hijo es un ser único, igual que lo eres tú.

Naomi Aldort

jueves, 24 de octubre de 2013

Los hijos infinitos, Andrés Eloy Blanco.



Cuando se tiene un hijo,
se tiene al hijo de la casa y al de la calle entera,
se tiene al que cabalga en el cuadril de la mendiga
y al del coche que empuja la institutriz inglesa
y al niño gringo que carga la criolla
y al niño blanco que carga la negra
y al niño indio que carga la india
y al niño negro que carga la tierra.

Cuando se tiene un hijo, se tienen tantos niños
que la calle se llena
y la plaza y el puente
y el mercado y la iglesia
y es nuestro cualquier niño cuando cruza la calle
y el coche lo atropella
y cuando se asoma al balcón
y cuando se arrima a la alberca;
y cuando un niño grita, no sabemos
si lo nuestro es el grito o es el niño,
y si le sangran y se queja,
por el momento no sabríamos
si el ¡ay! es suyo o si la sangre es nuestra.

Cuando se tiene un hijo, es nuestro el niño
que acompaña a la ciega
y las Meninas y la misma enana
y el Príncipe de Francia y su Princesa
y el que tiene San Antonio en los brazos
y el que tiene la Coromoto en las piernas.
Cuando se tiene un hijo, toda risa nos cala,
todo llanto nos crispa, venga de donde venga.
Cuando se tiene un hijo, se tiene el mundo adentro
y el corazón afuera.
Y cuando se tienen dos hijos
se tienen todos los hijos de la tierra,
los millones de hijos con que las tierras lloran,
con que las madres ríen, con que los mundos sueñan,
los que Paul Fort quería con las manos unidas
para que el mundo fuera la canción de una rueda,
los que el Hombre de Estado, que tiene un lindo niño,
quiere con Dios adentro y las tripas afuera,
los que escaparon de Herodes para caer en Hiroshima
entreabiertos los ojos, como los niños de la guerra,
porque basta para que salga toda la luz de un niño
una rendija china o una mirada japonesa.

Cuando se tienen dos hijos
se tiene todo el miedo del planeta,
todo el miedo a los hombres luminosos
que quieren asesinar la luz y arriar las velas
y ensangrentar las pelotas de goma
y zambullir en llanto ferrocarriles de cuerda.
Cuando se tienen dos hijos
se tiene la alegría y el ¡ay! del mundo en dos cabezas,
toda la angustia y toda la esperanza,
la luz y el llanto, a ver cuál es el que nos llega,
si el modo de llorar del universo
el modo de alumbrar de las estrellas.
Andrés Eloy Blanco, Poeta, abogado, político, internacionalista y educador Venezolano.1897-1955

miércoles, 16 de octubre de 2013

El colecho desde los ojos de una Madre


  • Hola! En primer lugar darte las gracias por esta página... ayudas a muchos papis en su dura tarea de crianza con apego.
    Quería comentarte algo sobre el colecho..

    De pequeña me encantaba dormir con mis padres.. me acurrucaba junto a ellos, sentía su calor y su mera presencia me ayudaba a conciliar el sueño. Ahora que me paro a recordarlo, se que en mi infancia tuve muchos problemas de insomnio. Recuerdo estar despierta cuando todos dormían, recuerdo que a mi mente llegaban pensamientos negativos de todo tipo y que sólo cuando me metía en la cama de mis padres, estos se iban.
    Ya siendo más adulta, seguía y sigo buscando esos momentos en los que te abrazas a la persona que quieres, en los que los sueños parecer unirse y nada perturba ya tu necesitado descanso.

    Muchos dicen que el colecho crea personas dependientes... pero nada más lejos de la realidad. Parece que con tanta modernidad y ajetreo, hemos olvidado que somos seres sociales, gregarios, que vivimos en manada y necesitamos el contacto con otros para sentirnos protegidos y, a menudo, esa reminiscencia de la cueva viene a visitarnos para que no nos olvidemos de lo que somos.

    Cuando un niño llora desconsolado en la cama, a veces hasta gritando, es porque siente miedo, es porque nos necesita y cuando, aplicándo metodos crueles sacados de Best Sellers, optamos por ignorarlos, cometemos un grave error.

    Puede que ese niño aprenda a calmarse solo, sí, pero crecerá sintiendose inseguro, huyendo de situaciones que puedan llevarle a sentir ese miedo a la soledad que los atenazó siendo niños y el resultado será que se convertirá en una persona dependiente, posesiva y temerosa de quedarse sola.

    Es curioso, que los mejores recuerdos que tenga de mi infancia sean esas noches, en las que antes de dormir incluso conversábamos, eran pocas, lo admito, pero las atesoré en mi corazón y me hicieron tomar un camino distinto en esto de la maternidad.

    Por suerte o por desgracia mis dos hijos han salido muy independientes en esto del sueño... sólo se duermen si estan en su cuna así que tampoco voy a forzar nada.. Eso sí, estoy segura de que si algun día lo necesitan, jamás les negaré mi nido de seguridad y protección.

    Un beso enorme!
 Laura Hernandez Soler,   soy mami de dos preciosos nenes de 3 y 15 meses ^^

lunes, 14 de octubre de 2013

¿Donde quedan los niños?



Tardé mucho en aprender a preguntar si se aceptan niños a los sitios a los que voy, así como tardé mucho en perder el pudor de sacarme la teta impunemente en todas partes para amamantar a mi hija que ya es mayorcita. Si lo hubiese aprendido antes me hubiese ahorrado algunos malos ratos o rechazos innecesarios.

Pero acá estoy hoy, dispuesta a preguntarlo. En caso de ser negativa la respuesta o de un simple "pero", replicar "donde no es bienvenida mi hija, no entro yo" y sonreír.

Lo digo porque es bastante común que las madres dejemos a nuestros bebés en brazos de terceros para poder hacer ciertas cosas como asistir a clases, dar clases, vender publicidad, asistir a seminarios y conferencias. Lo digo sin juzgar a nadie, sabemos que es un asunto cultural o de leyes sociales tácitas.

Ya me han dicho antes que debo buscar quien cuide a mi hija para salir a vender mi proyecto porque está mal visto que ande con ella encima y atienda sus necesidades delante de un cliente o me va a restar energía y tiempo para vender, o que si la llevo conmigo a los seminarios sobre ventas no voy a prestar suficiente atención. Y la cumbre fue aquella señora que me iba a alquilar un espacio para dictar talleres sobre preparación para el nacimiento, quien me dijo que no podría tener a mi hija conmigo porque iba a estorbar en las clases. Sin hablar de la cantidad de veces que me han preguntado cuándo la voy a meter en una guardería. 

Para mi suerte, aunque en ese momento no lo pensara así, muy pocas veces he conseguido quien me la cuide. Claro que sí cansa más salir con ella, claro que sí me resta energía y tiempo para otras cosas, pero es mi responsabilidad y fue mi decisión. Fui yo la adulta que deseó traerla al mundo, fui yo la adulta que hizo el amor y pensó en su llegada. ¿Por qué, sabiendo que su necesidad biológica natural es estar conmigo, voy a hacer que ella pague las consecuencias?, ¿por qué tenemos que quitarle el lugar a nuestros hijos para cumplir con otros?. ¿En qué momento se decidió que hacer las cosas con los muchachos encima era mal visto o era una esclavitud?.

Y veo tan pocos los ejemplos de la posibilidad de andar con los hijos y ser profesional. Es como si se pretendiese que la maternidad sea un traje que se quita y se pone según la ocasión y correcto comportamiento.

La psicóloga Leslie Power Labbe da conferencias en universidades chilenas y viaja por todo su país con sus "guaguas" encima. Los doulas Janeth Ivimas y Elvis Canino dan talleres con su hija de acompañante. Jenny Soto va clases con sus hijas.

Quisiera que llegase el día en que fuese natural que las mamás no dejasen de ser madres para ser profesionales. Quisiera que un día sea aceptado que las mamás funcionamos "a medias" y que nuestras crías merecen que su lugar en nuestras vidas sea respetado. Quisiera que llegase el día en que hubiese más empatía hacia la maternidad, que escuchemos menos "vas a tener que buscar quien te la cuide mientras tanto", y escuchemos más "trae a tu chamo que entre todos te ayudamos". Quisiera ver el día en que los clientes se sorprendan menos y se alegren más por ver a las vendedoras y trabajadoras cargando a sus hijos.

Louisiana Panagua

jueves, 3 de octubre de 2013

La Carta de Mario y su opinión sobre Una Nueva Paternidad!


Mario es un Papá comprometido... muy comprometido con su paternidad (al leer su carta sabrán cuanto), que decidió compartir su experiencia sobre su lectura del libro "Una Nueva Paternidad", añadiendo hermosas anécdotas sobre su propia experiencia. 
Debo confesarles que aún se me hace un nudo en la garganta al releerla, y que tanto mi esposa como yo derramamos unas cuantas lágrimas a la primera lectura, que decidimos hacer juntos. 
No deseo extenderme, solo quiero que ustedes mismos sientan la cercanía del corazón de Mario y su hermosa familia como lo he sentido yo. Acá les dejo, tal cual lo recibí, el escrito que Mario me envió: 

"Hola Elvis, te cuento como me fue al leer el libro, que aun no termino, acabo de finalizar toda la parte que tu escribiste, bueno antes que nada, deja me presento como es debido, soy Mario Vázquez, tengo 35 años, soy papá de oficio tiempo completo y trabajo como Ingeniero en Sistemas, tengo 7 años con 6 meses de estar casado con la mujer más hermosa del mundo que se llama Maritere Medina de 34 años y es mamá y ama de casa de oficio y profesión, a grado maestría y doctorado, por que a como me a ayudado a comprender todo este mundo de la paternidad, su naturaleza esta tan fuerte que gracias a ella nos revelamos de este mundo tan cerrado y poco amoroso, somos Mexicanos, vivimos en Guadalajara México, tenemos dos pequeños hermosos Luis Mario de 3 años 8 meses, acaba de comenzar en la escuela, tiene 3 semanas, esta asistiendo a Escuela Waldorf Niño Magico de Guadalajara, es una experiencia MARAVILLOSA para la familia y Diego Eduardo de 11 meses, ambos vinieron al mundo de forma respetuosa parto natural y en agua, Luis en una clínica preparada para estos eventos que proporcionan respeto e intimidad para lograrlo y Eduardo en casa, ambos sin anestesia y sin complicaciones gracias a Dios, ambos fueron prematuros, Luis de 7 meses y Diego de 8 meses, con Luis no tubo complicaciones, pero si estuvo muy pequeño y no podía succionar aun de la Teta de mamá, por lo que lo tuvimos en casa con el método Kanguro y alimentándolo con la leche de mamá en pipetas o jeringas y con una sonda pegada en nuestro dedo meñique, quiero confesar que fueron días y semanas muy duras, pedí permiso en el trabajo para faltar casi 3 semanas y fue una experiencia muy dura y difícil y ni se diga para mi esposa cuando tuve que regresar a trabajar, la admiro por su fortaleza e integridad, el alejarse de todas las recomendaciones bien intencionadas pero para nada amorosas y respetuosas para el bebe, eso acompañado con el desgaste físico de estarle alimentando cada hora 5 ml de leche materna con una jeringa y una sonda, las 24 horas, para que creciera y se pusiera fuerte, por que estaba muy pequeñito y débil, además de que a los 3 días le dio ictericia, se le dieron sus bañitos de sol, pero tuvimos que darle fototerapia y no encontrábamos los primeros días un equipo que rentáramos, tuvimos que ir a un hospital y cada hora teníamos que cambiarlo de posición para la fototerapia y cuidar que no le diera la luz a los ojos, y cada toma de leche podría durar entre 20 y 40 mins, por lo que al terminar solo nos quedaban a veces 20 mins para dormir o descansar o comer o hacer otras actividades por que después venia la otra toma, era cada hora junto con el cambio de posición de la fototerapia, en la noche era algo complicadisimo a veces nos quedábamos dormidos los dos rendidos por el cansancio y despertábamos con 30 mins de retraso en la toma y las preocupaciones de si no le hará mal, que no se nos muera, fue muy difícil, pero a la vez gratificante, por que a partir de ahí el mundo nos cambio, hemos leído de niños que traen consigo estrella y luz, y nosotros creemos firmemente que Luis lo trajo para nuestra familia (nos enseño el camino y sus instrucciones), por que nos cambio para bien de todos la vida, a partir de ahí, mi esposa se puso en contacto fuertemente con su lado natural (y digo mi esposa por que yo siempre he sido y sigo siendo mas testarudo y necio, aunque ya cada vez menos) y comenzamos una aventura que nos ha hecho ver la vida y la mapaternidad de una forma increíblemente hermosa, no vemos la vida sin estar con ellos y acompañarlos respetuosamente en todo lo que van dictando sus necesidades, con Diego todo fue viento en popa, en cuanto dieron 3 puntadas de un pequeño desgarre a mi esposa, se puso a comer y comer y comer con una alegría que yo creo que solo la de sus papás era mayor al ver que se prendia por primera vez a escasos minutos de nacer de la Teta de mamá, jejeje, y a partir de ahí, hay miles de historias, anécdotas y situaciones que seguramente las comprendes perfectamente por que al oírte tus experiencias y escritos nos sentimos plenamente identificados, y ahora si, en cuanto a el libro, primeramente FELICIDADES y mención honorifica, , te sigo desde los escritos que pones en tu Blog y siempre me emociono e identifico y sobre todo me ayuda mucho a centrarme nuevamente en mi nueva paternidad, me cargo de buena vibra, positivismo y alegría por vivir plenamente. 
El prólogo de Carlos González, bueno, para nosotros es un Guru en todo esto, es con quien comenzamos con el libro Bésame Mucho y todos los demás los tenemos no solo en físico (hojas) también en archivo pdf y sobre todo los llevamos bien grabaditos en mente y corazón, entonces desde ahí, para nosotros acertadísimo poner a Carlos Gonzalez, que tuvimos oportunidad de conocerlo cuando vino a comienzos de este año acá a México, es un tipo FABULOSO, empezando con todo el libro. 
Posteriormente Mireia, tenemos menos tiempo de seguirla, pero la seguimos en Facebook y la Pedagogía Blanca, nos encanta la sencillez y lucidez con que dice sus palabras, ya esperamos mi esposa y yo con ansias su libro de Educación sin Violencia. 
Con Armando Bastida y Alejandro Busto, no teníamos el gusto de conocerlos, pero definitivamente nos sentimos totalmente identificados y de igual forma sus escritos y anecdotas se nos hacen muy buenas, nos llegaron. Ahora voy contigo, la verdad tremendo Elvis, me senti totalmente identificado, emocionado, el hecho de saber que no soy yo solo contra la corriente, que no soy el bicho raro que mis padres, hermanos, primos, parientes en general, asi como amigos y compañeros de trabajo me hacen ver y sentir, eso me da una fuerza tremenda, un empoderamiento de mis acciones y de confesar que en momentos de flaqueza de que tu cultura y educación tradicional te hacen dudar, recurro a todos ustedes y me devuelven la cordura y tranquilidad, al igual que al ver a mis hijos crecer sanamente en todo aspecto. 
Lo confieso me emocione hasta las lagrimas en varias ocasiones por tus palabras, por sentirme plenamente identificado, por la dulzura de tus acciones, de tus ejemplos de tu lista personal para pasar tiempo en familia, no que bárbaro, definitivamente me hiciste llorar de plenitud y alegría de recordarnos lo bien que podemos pasarlo en familia, que ya lo hacemos como jugar en el jardín con los perros y muchas opciones más de las que propones, te tomare prestadas más de una para nuestra familia. 
Y definitivamente cuando ya termine con llanto abierto con moco salido y todo, fue cuando nos compartiste el poema que hizo tu esposa, muy bonitas palabras y muy necesarias en estos tiempos. 
Aun sigo caminando y aprendiendo muchas cosas, pero sobre todo me he dado este año a la tarea de sanear y de reeducarme como persona, tanto yo como mi esposa lo necesitamos, por que sin duda que primero tenemos que empezar con nosotros para poder enseñarles a nuestros hijos toda esta verdad, hermosura y goce de vida, desde este punto de vista tan amoroso, respetuoso y perfecto. 
Hay días y momentos en que avanzamos mucho y hay días en que retrocedemos, cometemos errores y metemos la pata, pero no hay ocasión en que no lo aceptemos y pidamos perdón, por que finalmente somos seres humanos imperfectos, en busca de un crecimiento constante, y lo que mas nos deja siempre yo creo que a todos es el ver a nuestros hijos plenos, saludables, libres de maldad, en un mundo tan contaminado, encontramos un pequeño OASIS y una parada obligada para prevalecer su inocencia, muchas gracias por permitirme compartir estas palabras contigo Elvis, seguimos leyendo y seguimos en contacto, cualquier cosa, estamos a la orden, Saludos y Gracias. Mario."

Gracias, Mario Vásquez por abrirnos tu corazón y por demostrarnos que la Nueva Paternidad es una realidad vigente y no una Utopía lejana. 
Y que Dios bendiga por siempre a esa hermosa familia que tienes.

(Elvis Canino)

martes, 1 de octubre de 2013

Eso no se toca, eso no se hace, eso no se dice……………


Es lo repetitivo que suelen escuchar los niños, día a día desde que empiezan a buscar la autonomía en el desplazamiento y desde ese momento empieza también a mermar la capacidad de explorar, buscar y ser curioso por el medio donde se desarrolla porque a los “adultos” le interesa más la casa perfectamente adornada que un hogar donde el niño pueda ir aprendiendo a desarrollar sus capacidades de explorar y aprender. Pienso y hablo desde mi experiencia con mi hija que es más fácil tener un hogar apto para el desplazamiento de los niños, que una casa donde nada o casi nada se puede tocar, sólo “mirar”. Si ellos tienen en su hogar la verdadera autonomía de andar será más fácil a la hora de estar fuera de casa que aprendan a no tocar lo que no deben y hagan caso cuando les pidamos amablemente y por favor dejar un objeto que esté en un sitio ajeno. 
Y ni hablar de los “eso no se hace”, “adultos” iracundos, molestos por la pequeña niña que levanta su vestido para jugar con el dobladillo inmersa en su mundo de fantasías y colores imaginando sólo ella sabe qué, mientras los mayores le dan la connotación equivocada y cuyo sentido “sexual y morboso” está a años luz de lo que pasa por la mente de una niña pequeña que se levanta su vestido para jugar. 
Y es que he estado por hacer un “experimento” y al azar escoger un “adulto” de mi entorno y estar un día, sólo un día detrás de él/ella como policía, vigilando todo lo que dice, hace (incluyendo si come, si se baña, si se asea, TODO………) y toca para desde mi perspectiva irle diciendo que debe tocar, que debe hacer y que no, pregunto: cuanto tiempo aguantará antes de pedirme que lo deje en paz, ¿lo hará de manera educada?, y si sigo en mi empeño de vigilancia ¿cómo reaccionará? ¿Estallará su enfado o me pedirá por favor que le deje tranquilo? Y ese es el punto, los adultos tenemos a capacidad de hablar, de pedir y gestionar (lo de gestionar está un poco en veremos), los bebés y niños están a merced de aquello que le permitimos o no, y sólo basta ponernos un momento en su piel para entenderlos, para comprenderlos cuando están cansados porque hemos estado con ellos todo el día fuera de casa y no quiere decir adiós de manera adorable a los “adultos” o no quiere dar un beso a la tía Margot, o también no tiene derecho el niño a tener “un mal día” como cualquiera de nosotros?. ¿Acaso el sentir, pensar y ser de ellos tiene que ser acuciado todo el tiempo? ¿No es mejor guiarlos de manera amorosa? ¿Acaso los adultos no nos sentimos bien cuando nos dan un trato amable? ¿Por qué entonces los niños deben ser tratados de manera diferente? Se suele decir que para que “aprendan”, hay que tener “mano dura” y tienen toda la razón, ellos “aprenden” a perder la empatía, dejan de ser amorosos, dejan de ayudarnos con sus pequeñas manos, dejan de verse cristalinos, puros y buenos y sobre todo “APRENDER A DEJAR DE SENTIR Y SER”.
A cuántos padres no escuchamos decir: Es que mi hijo es malo, es que mi hija me lleva la contraria en todo, “¿los estudios?...jum……….va malísimo”, o ¿a quién saliste tan mal educado?. Y ni por un minuto nos pasa por la cabeza que ya “aprendieron” a ser como nosotros, sólo que no lo queremos o podemos ver porque nos desconectamos de nuestro propio hijo desde el primer momento que decidimos dejarlo llorar en la cuna “para que aprenda”.
Los niños van detrás de nosotros siguiendo nuestros pasos y copiando nuestra conducta, ojala y un día aprendamos a respetarlos de la misma manera que queremos que ellos nos traten en unos años, años que llegarán más pronto de lo que pensamos.