viernes, 5 de octubre de 2018

Una generación de padres y madres criando con amor y cariño.


Utilizamos la palabra "infantilizar" ´para definir a alguien que está asustado/a, que no defiende sus derechos y se paraliza en cierta situaciones.
Una generación de padres y madres criando con amor y cariño, cambiará el significado de esta palabra por alguien que defiende sus derechos de manera asertiva, que avanza en la dirección hacia donde consiga sus objetivos y que su cuerpo no tiemble ante la autoridad, sino que juntos busquen soluciones a cada caso.
Una generación de padres y madres criando con amor y cariño, darán al mundo profesionales abocados al buen trato que no maltratarán a sus pacientes.
No hablaremos de crianza respetuosa ni parto respetado porque estos serán inherentes en la vida cotidiana.
Una generación de padres y madres criando con amor y cariño, darán al mundo seres humanos libres y conscientes de ellos/as y el mundo.
Janeth Ivimas.

domingo, 12 de agosto de 2018

Maltrato infantil.


Cuando le pegas a un niño/a para acabar una conducta que no apruebas, lo único que haces es sembrar en su ser rabia y odio que quizá un día verterán sobre ti o sobre él/ella misma. 
El diálogo es el único camino para educar y hacer seres humanos libres y emocionalmente sanos y sus vertientes son la paciencia y el amor a granel .
Cuando pegas a un niño, cortas el camino a su corazón y levantas una coraza en esa persona que estás educando.
Cuando pegas, cortas el camino al diálogo, al entendimiento, a la razón.
No es fácil criar con respeto cuando vienes de crianzas autoritarias, pero debemos hacer un esfuerzo para cercenar las cadenas de la violencia.
Sí, es violencia pegar a los niños/as.
No pegamos a los jefes que a veces son autoritarios, no pegamos a la pareja cuando discutimos, no pegamos al vecino cuando su música estruendosa nos pone los nervios de punta.
Pero pegamos a seres inocentes que dependen de nosotros.
Busca ayuda, ten paciencia, lava tu cara, sal a caminar, recuerda tu infancia y cuanto te dolía cuando te pegaban, pero por favor, di NO al maltrato infantil.
Janeth ivimas.

viernes, 11 de mayo de 2018

Lactancia recién nacido.

Duda:
Hola buenas noches. Escribo porque soy madre primeriza, mi bebé tiene 10 días de nacido. No logra prenderse bien al pecho y eso me frustra, porque cuando lo hace no sé si se llena bien no sé si lo estoy alimentando bien... Incluso estuvo en la luz porque estaba con bilirrubina alta. Estoy bastante desesperada porque me gustaría que sea lactancia exclusiva. Leche ayer recién empezó a bajarme un poco más porque al principio no me.salia nada y eso también era muy frustrante.
Los primeros 5 días tuve que darle biberón además de la teta porque no me salía leche, hice de todo para estimular la salida de leche hasta que salió y le empecé a dar solo teta, pero cuesta tanto el buen agarre del pecho que ambos nos ponemos nerviosos (el por no poder agarrar y yo por no poder acomodarlo bien) se me puso amarilito y tengo temor de que sea por qué le saqué el biberón. Orinar orina bien... Cada vez que le cambio el pañal tiene pis. Lo que si hace caca líquida no más. Todo esto me re preocupa y siento como que si no estuviera haciendo bien las cosas.
Quisiera me puedan ayudar. Mil gracias


Respuesta: 
Hola nena, ante todo mis felicitaciones por la convicción de darle a tu bebé Lactancia exclusiva, ése será el mejor regalo que le podrás dar para toda la vida. 
Ahora te explico que los primeros días produces calostro, es como una agüita amarilla que c
ontiene la primera vacuna del bebé y todos los nutrientes que su estómago puede digerir, recuerda que está estrenando todo, antes comía por el ombligo de la placenta donde tú le pasabas lo que necesitaba. Parece poquito lo que produces pero va acorde con lo que él puede tomar, porque su estómago es del tamaño de una metra, por eso come cada dos horas, digiere el alimento y pide más. Así va a ser todos estos primeros días y es normal. Para el agarre te recomiendo que veas vídeos en Internet, me gustan los del Dr Carlos González, particularmente, porque habla claro y explica muy bien. Si ya le diste biberón, no te culpes, has hecho lo que creiste conveniente para tu bebé y no está mal querer retornar a sólo Lactancia y lo vas a lograr. 
Tu cuerpo es muy sabio y se sincroniza con tu bebé, vas a producir exactamente lo que él necesite, cuando lo necesite, ni más ni menos; si pide más le das más, porque así funciona la cosa, el más mama la teta, y la teta más leche produce; porque sabemos que el cuerpo es sabio y no va a producir algo que no se va a vender, cierto? 
La Lactancia es amor y mucha paciencia, no desistas de encontrar la pocisión que mejor te acomode, a los 10 días puedes tenerlo en muchas, incluso acostada a su lado. 
La bilirrubina puede subirse en los bebés en lo que se llama un proceso fisiológico, es decir, que está dentro de lo normal. La Leche Humana ayuda a que el bebé haga más caca y logre estabilizar sus valores en sangre,esto hace que se le quite lo amarillo junto con su terapia de sol en la mañanita y en la tardecita. La caca del recién nacido alimentado con Leche Humana, es líquida y con grumitos blancos como de leche cortada, su color es un poco amarillo. Así que no te preocupes por que sean líquidas, verás que a medida que crece se van haciendo pastosas. 
Si tienes alguna otra duda puedes escribirme al privado y con gusto te apoyo, de más está reiterarte las felicitaciones porque vas muy bien como mamá primeriza. 
Un abrazo y bienvenida a la maternidad, aprenderás que en el camino se endereza la carga y que la recompensa es grande cuando tu hijo crezca sanito y te diga mamá.

Autora: Charlotte Arteaga
Promotora y Consejera en Lactancia Materna

sábado, 28 de abril de 2018

Destete.


El Destete.
Podemos nombrarlo como:
1- La etapa donde se ofrecen nuevos alimentos al niño que ya no dependerá sólo de la leche materna.
2- El momento cuando se deja de ofrecer y dar lactancia materna, este puede ser guiado por el niño o inducido por la madre.
La OMS recomienda la lactancia materna hasta los dos años de edad y más si la madre desea continuar.
La edad del destete por parte del niño se da mayormente después de los tres años de edad, cuando culmina la etapa oral y la necesidad de succión disminuye mucho.
Sin hacer nada TODOS los niños/as terminan destetándose.
Hay otros factores que influyen:
Enfermedad de la madre no compatible con la lactancia.
Sociales, suelen ser los más comunes, la madre siente gran presión emocional para que deje de dar pecho a su hijo/a.
Existen muchos prejuicios en torno a la lactancia materna más allá de los dos años de edad (incluso antes).

Lo ideal es que sea la díada madre-hijo/a quienes decidan la culminación de la lactancia materna. El padre si está presente debe apoyar pero no presionar.
El destete para el niño/a es la perdida de su paraíso, no olvidemos que Ama-mantar es más que leche, es consuelo, cariño, calor y olor de mamá.
Tiene para el niño un alto valor emocional, por eso no debe forzarse, salvo que sea estrictamente necesario destetar de un momento a otro.
Cualquier recomendación para destetar que no esté alineada con las necesidades emocionales de los pequeños, es una total y absoluta arbitrariedad.
Debemos tomar en cuenta al niño y lo que empezó como un acto de amor debe culminar de la misma manera, sin chantajes,  presiones ni colocarse nada sobre los senos para que el niño/a lo aborrezca.
 Si la madre toma la decisión de destetar puede tener sentimientos encontrados incluso sentirse “mala madre” por la decisión tomada.
A veces no culminan el destete al ver que los niños no lo toleran bien y vuelven amamantar con gran felicidad.

Algunas madres se tranquilizan al saber que el destete natural está entre los dos y siete años de edad y que NO EXISTE ni una sola evidencia científica que demuestre que amamantar más allá del año,  los dos o más pueda hacer daño físico o psicológico a los niños/as.
La llamada “Agitación de la lactancia Materna” puede inducir a la madre a realizar un destete si no sabe reconocer las señales:
Se da una molestia en el cuerpo al amamantar sobre todo si son niños mayores de un año, si la madre amamanta en tándem o si le “sintonizan” el pezón.
Tener alguien con quien hablar del tema puede ayudar a hacer transitoria esta etapa, porque la madre puede sentirse mal emocionalmente hablando.
Los grupos de apoyo entre madres y padres son vitales en la etapa de lactancia materna y crianza.
El tiempo que puede tardar el destete depende de cada niño/a, de su condición y personalidad. Lo que debemos tener claro es que al destetar debemos ofrecer al niño otras alternativas.
Si es la madre quien desea destetar es totalmente válido y respetable, sobre todo si no se siente cómoda o está “cansada” de años de dar lactancia materna.
 Posibles estrategias:

No ofrecer pero No negar es uno de las alternativas más usadas para ayudar al niño/a a dejar la lactancia materna.
Si es un niño/a de menos de tres años de edad debemos tomar en cuenta la alta emocionalidad de esta edad.
Mientras más pequeños son los niños/as, las tomas nocturnas son las más difíciles de quitar por lo tanto lo mejor es que sean las últimas del proceso del destete. Estas se pueden ir cambiando por canciones suaves, caricias, masajes y el padre debe involucrarse durmiendo al niño/a. 
Es buena estrategia buscar alternativas fuera de casa por ejemplo ir al parque, jugar, desfogar, etc.
Por supuesto, hablamos de las tomas que hacen por necesidad emocional y no por hambre, las necesidades nutricias siempre deben estar cubiertas sanamente.
 Negociar las tomas nos puede servir con los niños/as de más de tres años, por ejemplo, no tomamos teta en la calle sino en casa.
Depende de cada niño/a lo aceptan o no de buen agrado.
Las tomas nocturnas pueden ser las más difíciles de negociar.
El destete por abandono NO se debe llevar a cabo porque estamos privando al niño no sólo de la leche materna sino también del contacto afectivo y la presencia de su madre, esto le genera frustración y tristeza.
Si el niño/a insiste en tomar del pecho, se le puede dar un poco y con cariño invitarle a otra actividad.
Si se congestionan los pechos en el proceso, se debe sacar un poco para aliviar, pero no extraer mucho para no producir más.
No olvidemos lo significativo que es el pecho para el niño, por eso el proceso del destete no debe coincidir con otros cambios como el nacimiento de un hermano/a, entrada a guardería, etc.
Debemos tomar en cuenta que si se desteta a un niño cuando aún sus necesidades de succión no han sido satisfechas, pueden empezar a chuparse el dedo o comerse las uñas, y algunos padres no lo aceptan.
 Cuando hay que destetar de manera forzada a un niño por enfermedad o un accidente es de vital importancia que madre e hijo/a tengan mucho apoyo y comprensión.
La página de 
e-lactancia debe ser conocida por todos los implicados en la lactancia materna como apoyo para conocer sobre la compatibilidad entre medicinas y lactancia para no forzar destetes sin necesidad.
Janeth Ivimas. 
Nuestro pasado evolutivo ha creado un organismo que delega en la lactancia el suministro del contexto para el desarrollo físico, cognitivo y emocional. Los datos sobre primates no humanos sugieren que los niños humanos están diseñados para recibir todos los beneficios de la lactancia durante un período mínimo de 2 años y medio y un aparente límite máximo de unos 7 años. La selección natural ha favorecido a los niños que presentan una fuerte predisposición genética a esperar ser amamantados varios años desde su nacimiento, por lo que el instinto de mamar permanece fuerte en ellos durante todo este período. Hoy en día muchas sociedades pueden satisfacer las necesidades nutritivas de los niños a partir del tercer o cuarto año de edad con alimentos de adultos modificados. Las sociedades industrializadas occidentales pueden compensar algunos (que no todos) los beneficios inmunológicos de la lactancia por medio de antibióticos, vacunas y mejoras sanitarias e higiénicas. Pero las necesidades físicas, cognitivas y emocionales de los niños persisten. Los profesionales de la asistencia sanitaria, los padres y el público en general deberían tomar conciencia de que entre los tres y los siete años es una edad razonable y apropiada para destetar a los humanos, por poco habitual que sea  amamantar a un niño cuando ya ha dejado de ser bebé. La Liga de la Leche.

miércoles, 25 de abril de 2018

jueves, 25 de enero de 2018

La infancia.

Uno de los errores en la crianza es pensar que hay soluciones fáciles o maneras de hacer que un niño/ sea de tal o cual forma.

El otro error es creer que hay soluciones mágicas y que habrá maneras que los niños/as no nos "fastidien", se "Porten bien" o de la forma que los adultos queremos. 
Querer encorsetar la infancia es terrible. 
Lo difícil es dar nosotros un buen ejemplo a seguir por parte de los hijos/as.

lunes, 8 de enero de 2018

Yo quería un parto natural...

Me costó tomar la decisión de compartir mi experiencia, pero lo hago para que las mujeres que me lean estén informadas y no les pase lo mismo.
Estaba de 40 semanas y 2 días, tenía un control a las 17.3, ese día transcurrió con total normalidad, pero antes de ir a dicho control decidí tomarme la presión ( lo hacía 3 veces por día, por control ). 16/9 apareció en la pantalla del aparato. Me asusté, pero no perdí la calma. Respiré profundo varias veces y volví a tomarla, 15/8. Llamé a mi doctora, que días antes me había dicho que si tenía más de 13/8 le avisara. "Vamos a internarte y a inducir el parto" me dijo. Hasta ahí, todo bien. Yo sabía que podía pasar lo de la inducción. Llamo a mi partera y me dice que está en una cirugía y que me mandaba a una colega. En ese momento sentí una desilusión, había ido con mucho esfuerzo a las clases pre y post parto, y sentía confianza con mi partera, pero bueno, lo más importante era que Roma naciera bien, no quería preocuparme por eso. Llegué a la clínica y mi presión ya había bajado. Cuando llegó la partera ( de apellido Rondal ) yo ya estaba con mi presión normal, pero la doctora había hablado con ella y la decisión de inducir el parto seguía de pie. Yo no me negué, la verdad es que no quería arriesgarme a volver a casa y que me pasara de vuelta lo mismo.
Empezó el proceso. La partera intentó tres veces ( fallidas ) ponerme la aguja para el suero. Hasta que mi mano se hinchó y me apareció un moretón. Ahí fue a buscar ayuda. Vino una enfermera y logró ponerlo con éxito. No parecía ser una cosa difícil, pero yo no quería hacerme problema. De hecho Hernán, mi marido me preguntaba si estaba bien, como queriendo hacerle notar a la partera que estaba haciendo las cosas mal. Pero eso no fue nada en comparación con lo que pasó después. Y realmente decido hacerlo relato porque recién ahora tomo conciencia de que podría haber pasado algo grave. La partera introdujo la medicación para acelerar, mejor dicho para producirme las contracciones. De repente empezaron. Así, de repente. Sentí un dolor que yo sabía que no podía ser normal. Claro, estábamos acelerando un proceso que debe ser natural y progresivo. De todas maneras intenté recibirlas con amor. Respirando profundo. Escuchando mantras que me ponía Hernán mientras me hacía masajes en la espalda. En un momento la partera decide hacerme tacto, habían pasado minutos desde la primer contracción, pero parecía estar muy apurada...me hace tacto y yo siento un líquido correr por mis piernas. "Uy! Te rompí la bolsa" me dijo, con total normalidad..."así aceleramos un poquito" . Yo sabía que eso no estaba bien. Lo sabía, lo sentía, pero no quería salirme de mi eje. Sentía que no quería ir al choque con la persona que me ayudaría a dar a luz. Hernán estaba enojado, y en los momentos en los que nos quedabamos solos me lo decía. Pero yo preferí quedarme callada, tenía un solo objetivo. Dar a luz a mi bebé y que todo estuviera bien. Las contracciones seguían, cada vez más intensas y muy dolorosas. Pero mi dilatación era mínima. Y si, claro, me inyectó mucha medicación de golpe, eso provocaba tanto dolor. Pasaron como tres horas y un momento me dice. "Yo te recomiendo que te des la epidural, no vas a soportar el parto así..." Yo le había aclarado que no tenía intención de aplicarla. Pero en ese momento, era tan intenso el dolor y tan grande mi miedo de no poder lograr un parto natural que le dije que si.
El anestesista llegó después de varios minutos. Me llevaron a la sala de partos y me aplicó la anestesia. De repente empecé a sentir un gran alivio. Pero mi vista se fué nublando de a poco hasta llegar al punto de no ver nada. Mi pierna derecha estaba dormida. Seguía teniendo contracciones, pero las sentía muy leves y mi cuello seguía sin dilatar. Entonces la partera le dice al anestesista "no podés darle algo para la dilatación? " En ese momento yo quería opinar, pero estaba tan cansada y tan asustada y tan drogada que no pude. Y así fue como me volvieron a introducir un líquido fármaco que hizo que mi vista se nublara de nuevo, y definitivamente, ya no sintiera mi cuerpo. Ahí fue cuando entro mi doctora, porque claro, aceleraron la dilatación, pasé de tener 4 a tener 9 en un instante. Mientras preparaban todo yo iba pujando cada vez que sentía o mejor dicho creía sentir una contracción pero cuando tenía que tomar aire para volver a pujar no tenía fuerzas. Estaba agotada. Eso me pasó varias veces. Hasta que la doctora me dijo "Tu bebé se está cansando" y sí, cómo no se iba a cansar, si de repente tuvo que empezar a trabajar para salir de su hábitat, de forma brusca y llena de medicación...
Pujé y pujé y me quedé sin aire, sentí que mi cabeza podía estallar, de repente sentí un corte que me ardió y segundos después estaba afuera Roma. Blanca como un papel, y sin emitir sonido. La envolvieron en una toalla y se la llevaron de inmediato. Hernán fue con ella. Y ahi me quedé yo. Con una mezcla de sentimientos tremenda. Queriendo llorar de angustia y emoción al mismo tiempo. Preguntando que había pasado. Siempre soñé con que saliera de mi cuerpo y me la pusieran encima, toda llena de mi, siempre soñé con sentir su llanto y su calor y eso no estaba pasando. Asustada pregunté a mi doctora mientras me cosía, que era lo que pasaba. Y ella me respondió tranquila que salió muy cansada y le costó respirar, que por eso se la habían llevado, para ayudarle a que recupere y nivele su ritmo cardíaco, y en cuanto terminara de coser me podría ir a verla. Creo que tardó minutos en cerrar la herida que estaba abierta, pero para mí fueron horas. Me llevaron a la sala donde estaba Hernán y ahí estaba, con un gorrito blanco y vestida ya. Conectada a cables que controlaban su respiración. Me la pusieron encima y ahí supe que todo estaria bien. La llevaron a Neo para seguir controlando sus niveles de glucosa y su ritmo cardíaco, fueron solo unas horas, pero las sufrí.
Hoy, recordando todo pienso en que las cosas no salieron como yo esperaba. Pero que soy una afortunada, porque salieron bien. Pero no puedo dejar de pensar en que podrían haber salido mejor. Si yo hubiera estado informada, nunca la hubiera hecho pasar por todo eso. No es nuestro deber saberlo todo, claro. Yo me entregué, confié en la persona que me estaba acompañando, elegí creer que todo era correcto. Pero mi cuerpo sabía que no era así y me callé. Por eso ahora lo cuento. No nos callemos, no permitamos que hagan lo que quieran con nuestro cuerpo, solo para ganar unas horas. Hagamos valer nuestros derechos. El nacimiento de un hijo es algo demasiado importante, único e inolvidable.

Si estás por dar a luz, llenate de información, y siempre hacele caso a tu intuición, por más que tengas miedo, por más que sientas que te salís del eje, vale la pena, por tu bebé.

Sabrina Raffaelli