viernes, 2 de mayo de 2014

Mimar no es igual a Malcriar.



Hay muchos padres “tiràndose de los cabellos” por no saber que hacer con sus hij@s, han dejado de ser bebès, se les escapan de las manos, ya no los pueden tener en el corralito/parquecito por largas horas o amarrados al cochecito, ya no los pueden dejar abandonados en sus cunas hermosamente decoradas, desgarrándose en llanto largas horas “para que aprenda”. Y a què ha aprendido este niño? A no ser valorado ni tomado en cuenta, a que sus necesidades de afecto y contacto fìsico no seràn atendidas por mucho que reclame, ha aprendido a ser ignorado, y ya no se le oye llorar, ya no clama la presencia de sus padres, ya “aprendiò” a callar. Luego se quedan largas horas en la guarderìa “para que socialice”, “para que se espabile”, y al llegar a casa seguimos ignorando el pequeño, en algunos casos se les pega como medida disciplinaria y el abismo cada dìa se hace màs grande. No son los juguetes caros y la comida ràpida lo que hace feliz a un niño, ellos son y pueden ser felices con detalles sencillos y la compañìa de sus padres.
Al crecer inevitablemente el niño reclamará lo que se le ha negado, pero este niño o adolescente, ya no serà tan fácil de callar, ya ha tomado “las riendas”, apoyándose en una herida abierta, (y quien dice que las heridas que no sangran duelen menos) y se convierte en un rebelde, sin causa?, no, no es un rebelde sin causa, es un rebelde con causa. Nosotros los adultos les hemos enseñado a fuerza de ignorarles y de gritarles que esa es la manera de obtener lo que deseas, y que cuando no estas de acuerdo con alguien debes dar la vuelta y dejar solo a esa persona, sòlo que ahora no son los hijos los ignorados, son los padres a quienes los hijos han desvalorizado, porque lo aprendieron de ellos.
Nuestro cometido està cumplido: el niño o adolescente “ya aprendiò” la lecciòn, de que nos quejamos entonces?
Mimar no es igual a malcriar, un niño mimado es un niño amado, un niño malcriado es un niño mal - criado, abandonado en la soledad de las noches largas y oscuras, y no querido como se debe querer a un niño, como se debe mimar a un niño, con besos, sonrisas y amor, para que al crecer sepa dar a sus semejantes, todo lo hermoso de la vida que èl/ella ha recibido. Después de todo dicen que se recoje lo que se siembra, no?
No temamos “consentir” a nuestros hijos, no temamos abrazarlos, besarlos, llevarlos en brazos, calmar su tristeza, acudir a su llamado. Al final Ellos estàn aprendiendo de nosotros, sus padres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario