jueves, 21 de julio de 2016

Quedarse en casa o salir al mundo.

Cuando las mujeres deciden dejar de trabajar fuera de casa son muchas cosas que dejan atrás, siempre lo hacen pensando en dar lo mejor de si a su cría.
Pasan los años y quizá el sostén económico sea de su pareja u otras personas, es un arma de doble filo, probablemente nadie agradezca jamás lo que se hace en estos años y lo dejado atrás:
La independencia económica, el moverte fuera de casa con total libertad financiera. Nadie se dará cuenta el hermoso ser humano que criaste y educaste esos años.
Quizá pases a ser una carga y un día te lo saquen en cara y duela como una olla de agua caliente.
Quizá nadie valore tu papel y por el contrario minimicen los años de crianza.
Ya no hay teta que dar ni crías que llevar casi 24 horas en brazos aunque aún hay mucho trabajo por hacer, ningún niño es totalmente autónomo.
Nunca dejes de tener tu lugar en el mundo, por pequeñito que sea debes tener un lugarcito al cual asirte y donde respirar cuando sea necesario y el día que tus hijos estén preparados, puedas salir sin ellos de nuevo al mundo sin asfixias económicas, sin culpas y con tu cabeza en alto.
Si decides trabajar fuera de casa, lo haces sin culpas y dando siempre lo mejor de ti a tu hijo el tiempo que compartan juntos.

Una madre que prefiere mantener el anonimato.

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