miércoles, 6 de noviembre de 2013

EL PUERPERIO EN EL SIGLO XXI


El puerperio es considerado usualmente como un período de desequilibrio para la mujer que dura alrededor de 40 días después del parto, tiempo que fue estipulado -ya no sabemos por quién ni para quién-  y que responde a una  histórica veda moral para salvar a la parturienta del reclamo sexual del varón. Pero ese tiempo cronológico no significa psicológicamente un comienzo ni un final de nada.
Personalmente, considero que el puerperio, en realidad es el período transitado entre el nacimiento del bebé y los dos primeros años, aunque emocionalmente haya una diferencia evidente entre el caos de los primeros días, la capacidad de salir al mundo con un bebé a cuestas o el vínculo con un bebé que ya camina.
Estos dos años tienen que ver con el período de completa “fusión emocional” entre la madre y el bebé, es decir, con la sensación de la madre de vivir dentro de las percepciones y experiencias del bebé, sintiéndose “desdoblada física y emocionalmente”. ¿Por qué dos años? Es posible reconocer en el niño el lento despegue de la fusión emocional, alrededor de los dos años de edad, cuando puede empezar a nombrarse a sí mismo como un ser separado, cuando puede decir “yo”. La madre vive una situación análoga, pero sin tanta consciencia. De hecho, alrededor de los dos años del niño, toda madre también recupera ese “ahora soy yo misma”, sintiendo deseos genuinos de “volver a ser la de antes”, con intereses y proyectos que no incluyen necesariamente al niño.
Mi intención, por lo tanto, es que reflexionemos sobre el puerperio basándonos en situaciones que a veces no son ni tan físicas, ni tan visibles, ni tan concretas, pero no por eso son menos reales. Se trata de abordar la cualidad invisible del puerperio, el sub-mundo femenino,  los campos emocionales, lo que nos sucede aunque no lo podamos abordar con palabras concretas.

Básicamente quiero recalcar que las mujeres merecemos obtener cuidados, comprensión, aceptación y protección, traduciendo de este modo que lo que nos pasa internamente, “es correcto” y no hay nada diferente que tendría que suceder. Con un bebé en brazos, habiendo atravesado un parto, en plena desestructuración emocional, bajo los efectos de la pérdida de nuestra identidad; lo menos que podemos anhelar es estar desorientadas. Por eso necesitamos acompañamiento y permisos para aprender a navegar el puerperio que viene en formato invisible, sin bordes, sin horarios, sin lógica y sin razón.

En sociedades donde las mujeres se hacían cargo comunitariamente de la crianza de los niños mientras los hombres se ocupaban enteramente de procurar el alimento, el puerperio funcionaba como un tiempo de reposo y de atención exclusiva para el recién nacido. No había apuro para abandonar ese estado de entrega y silencio, de leche y fluidos.

Nuestra realidad social es otra. Vivimos en familias nucleares, en departamentos pequeños, a veces alejados de nuestras familias primarias y  en ciudades donde no es tan fácil reemplazar a una comunidad de mujeres que alivian las tareas domésticas y construyen una red invisible de apoyo. Sin embargo todas las puérperas necesitamos esa red para no desmoronarnos a causa de las heridas físicas y emocionales que nos dejó el parto. Por otra parte, es evidente que 40 días es demasiado poco para recuperarnos, sobre todo cuando no hay nadie defendiendo las necesidades impostergables de la díada mamá-bebé, no hay una comunidad femenina para cuidarnos y además la mayoría de las mujeres somos expulsadas tempranamente al trabajo.

El panorama es desalentador para las mujeres modernas y urbanas, aunque pensemos que esto hace parte de la liberación femenina: en realidad no hay verdadera elección, casi nadie está en condiciones de decidir cuánto tiempo necesita quedarse con el bebé y cuándo es el momento adecuado para cada una para reincorporarse a la vida laboral. Y esto no está sólo pautado por las necesidades económicas, muchas veces reales. Sino sobre todo por una identidad construida casi integralmente en el ámbito del desarrollo laboral, y por lo dificultoso que resulta quedarnos sin referentes en el terreno de las emociones, la conexión con la interioridad, el contacto corporal, el tiempo fuera del tiempo y prácticamente nadie para acompañarnos en esta expulsión de hecho de la vida “normal”.

Por eso sería pertinente ofrecer información realista con respecto a las sorpresas que nos depara el puerperio a varones y mujeres. Tenemos que difundir con mayor precisión los conceptos sobre la naturaleza de la fusión emocional entre la madre y el recién nacido, sobre las necesidades específicas de una mujer puérpera y sobre los cuidados indispensables que debe recibir. De esta manera cada pareja podrá determinar si está en condiciones de generar el cuidado necesario tanto para la madre como para el bebé, o si necesitan buscar fuera del núcleo familiar ayudas complementarias.


A las mujeres nos corresponde también encontrar nuevas maneras de integrar nuestro propio desarrollo personal y la maternidad, de un modo que sea saludable, acorde a los tiempos que vivimos, pero sobre todo, completamente honesto con nuestro ser esencial.

Por Laura Gutman

                                                   

                                                                                               

martes, 5 de noviembre de 2013

Dar el biberón con Amor

  • Sigo su página y muchos de los consejos que aquí se dan me parecen muy acertados, sin embargo no puedo evitar sentir cierto desprecio o critica, cuando alguien comenta algo sobre un bebé que toma biberón. Por esta razón me anime a escribirles estas lineas.

    Mi bebé toma leche en biberón desde el primer día que llego a este mundo, la razón? No es necesario darla, porque pienso que al hacerlo se intenta justificar algo y no creo haber hecho nada malo. Quiero pensar que ninguna madre en su sano juicio haría algo que no considere correcto en cuanto a la alimentación de su hijo.

    Varias veces me sentí mal porque leí muchos comentarios diciendo que darle biberón era para madres flojas y que no quisieron esforzarse en dar pecho. Floja yo?

    Desde el primer día pedí en la maternidad ser yo o el padre de mi niño quien le diera sus alimentos, y también pedí que no me le pusieran horarios ni me lo forzaran a tomar más leche de la que el quisiera. Menos de 1 onza se tomaba y en menos de una hora otra vez y otra vez y otra vez. De noche era lo mismo. Levantarme cada máximo dos horas a preparar la formula y calentarla y sostenerlo en mis brazos y verlo comer era cansadisimo pero a la vez precioso. Creo que al menos en las tomas de la noche quienes dan pecho es mucho menos sufrido, si duermen con el bebé no hay necesidad ni de levantarse a preparar y calentar leche. Floja yo?

    Pasado el tiempo, cada vez comía más, lavar biberones y esterilizarlos entre toma y toma no era tedioso pero ningún problema ya agarrándole el ritmo a todo eso. Pero siempre a sus tiempos. Nunca forzándolo ni animándole a que comiera mas de lo que el quería. Floja yo?

    Otro de los comentarios que leía y me causaban tristeza es que los bebes de biberón pierden la conexión con su madre. Mi Bebé JAMAS a tomado un biberón el solo, y eso pese a criticas de que a sus 15 meses ya debería agarrarlo solo. Pues no es que el no sepa agarrarlo, pero él y yo disfrutamos tanto ese momento en el que esta en mis brazos tomando su biberón. Aunque se lo diera en la mano el viene a mi y me lo entrega para que yo se lo de. Floja yo?

    Qué no es crianza con apego si no das pecho? Pues mi bebé y yo somos tan apegados que no me importa tanto si no encajo del todo en esa definición.

    Solo les escribo estas lineas para que sepan que aun dando biberón no creo haberme ahorrado alguna noche de desvelo como las mamás que dan pecho, me desvele, fue cansado, y a la vez muy gratificante. Por favor, cuando alguien comente que da biberón no corran a preguntar sus razones, no esa necesario saberlas por que lo que debe quedar muy claro es que TODA MADRE AMA Y HACE LO MEJOR POR SUS HIJOS.

    Disculpen el extenderme tanto.
    Saludos a todas.
    Lizeth M.

lunes, 28 de octubre de 2013

Declaración de total confianza en los niños

1. El comportamiento propio de los adultos madura en el momento en que somos adultos.
2. No tener expectativas significa no sufrir decepciones y no ejercer una presión perjudicial sobre el niño. 
3. Los niños responden mejor al modelo y el liderazgo, no al control. 
4. Confía… y espera. 
5. Elige entre tu conveniencia momentánea y tus objetivos a largo plazo sobre el modo en que tu hijo se verá a sí mismo. 
6. Disfruta de tu hijo por lo que es, no por lo que te gustaría que fuera: nunca va a volver a tener esta edad. . Distingue entre tus necesidades emocionales y los sentimientos y necesidades de tu hijo. Actúa hacia tu hijo en armonía con sus necesidades; preocúpate de tus necesidades emocionales en otra parte. 
8. Celebra que tu hijo es un ser único, igual que lo eres tú.

Naomi Aldort

jueves, 24 de octubre de 2013

Los hijos infinitos, Andrés Eloy Blanco.



Cuando se tiene un hijo,
se tiene al hijo de la casa y al de la calle entera,
se tiene al que cabalga en el cuadril de la mendiga
y al del coche que empuja la institutriz inglesa
y al niño gringo que carga la criolla
y al niño blanco que carga la negra
y al niño indio que carga la india
y al niño negro que carga la tierra.

Cuando se tiene un hijo, se tienen tantos niños
que la calle se llena
y la plaza y el puente
y el mercado y la iglesia
y es nuestro cualquier niño cuando cruza la calle
y el coche lo atropella
y cuando se asoma al balcón
y cuando se arrima a la alberca;
y cuando un niño grita, no sabemos
si lo nuestro es el grito o es el niño,
y si le sangran y se queja,
por el momento no sabríamos
si el ¡ay! es suyo o si la sangre es nuestra.

Cuando se tiene un hijo, es nuestro el niño
que acompaña a la ciega
y las Meninas y la misma enana
y el Príncipe de Francia y su Princesa
y el que tiene San Antonio en los brazos
y el que tiene la Coromoto en las piernas.
Cuando se tiene un hijo, toda risa nos cala,
todo llanto nos crispa, venga de donde venga.
Cuando se tiene un hijo, se tiene el mundo adentro
y el corazón afuera.
Y cuando se tienen dos hijos
se tienen todos los hijos de la tierra,
los millones de hijos con que las tierras lloran,
con que las madres ríen, con que los mundos sueñan,
los que Paul Fort quería con las manos unidas
para que el mundo fuera la canción de una rueda,
los que el Hombre de Estado, que tiene un lindo niño,
quiere con Dios adentro y las tripas afuera,
los que escaparon de Herodes para caer en Hiroshima
entreabiertos los ojos, como los niños de la guerra,
porque basta para que salga toda la luz de un niño
una rendija china o una mirada japonesa.

Cuando se tienen dos hijos
se tiene todo el miedo del planeta,
todo el miedo a los hombres luminosos
que quieren asesinar la luz y arriar las velas
y ensangrentar las pelotas de goma
y zambullir en llanto ferrocarriles de cuerda.
Cuando se tienen dos hijos
se tiene la alegría y el ¡ay! del mundo en dos cabezas,
toda la angustia y toda la esperanza,
la luz y el llanto, a ver cuál es el que nos llega,
si el modo de llorar del universo
el modo de alumbrar de las estrellas.
Andrés Eloy Blanco, Poeta, abogado, político, internacionalista y educador Venezolano.1897-1955

miércoles, 16 de octubre de 2013

El colecho desde los ojos de una Madre


  • Hola! En primer lugar darte las gracias por esta página... ayudas a muchos papis en su dura tarea de crianza con apego.
    Quería comentarte algo sobre el colecho..

    De pequeña me encantaba dormir con mis padres.. me acurrucaba junto a ellos, sentía su calor y su mera presencia me ayudaba a conciliar el sueño. Ahora que me paro a recordarlo, se que en mi infancia tuve muchos problemas de insomnio. Recuerdo estar despierta cuando todos dormían, recuerdo que a mi mente llegaban pensamientos negativos de todo tipo y que sólo cuando me metía en la cama de mis padres, estos se iban.
    Ya siendo más adulta, seguía y sigo buscando esos momentos en los que te abrazas a la persona que quieres, en los que los sueños parecer unirse y nada perturba ya tu necesitado descanso.

    Muchos dicen que el colecho crea personas dependientes... pero nada más lejos de la realidad. Parece que con tanta modernidad y ajetreo, hemos olvidado que somos seres sociales, gregarios, que vivimos en manada y necesitamos el contacto con otros para sentirnos protegidos y, a menudo, esa reminiscencia de la cueva viene a visitarnos para que no nos olvidemos de lo que somos.

    Cuando un niño llora desconsolado en la cama, a veces hasta gritando, es porque siente miedo, es porque nos necesita y cuando, aplicándo metodos crueles sacados de Best Sellers, optamos por ignorarlos, cometemos un grave error.

    Puede que ese niño aprenda a calmarse solo, sí, pero crecerá sintiendose inseguro, huyendo de situaciones que puedan llevarle a sentir ese miedo a la soledad que los atenazó siendo niños y el resultado será que se convertirá en una persona dependiente, posesiva y temerosa de quedarse sola.

    Es curioso, que los mejores recuerdos que tenga de mi infancia sean esas noches, en las que antes de dormir incluso conversábamos, eran pocas, lo admito, pero las atesoré en mi corazón y me hicieron tomar un camino distinto en esto de la maternidad.

    Por suerte o por desgracia mis dos hijos han salido muy independientes en esto del sueño... sólo se duermen si estan en su cuna así que tampoco voy a forzar nada.. Eso sí, estoy segura de que si algun día lo necesitan, jamás les negaré mi nido de seguridad y protección.

    Un beso enorme!
 Laura Hernandez Soler,   soy mami de dos preciosos nenes de 3 y 15 meses ^^

lunes, 14 de octubre de 2013

¿Donde quedan los niños?



Tardé mucho en aprender a preguntar si se aceptan niños a los sitios a los que voy, así como tardé mucho en perder el pudor de sacarme la teta impunemente en todas partes para amamantar a mi hija que ya es mayorcita. Si lo hubiese aprendido antes me hubiese ahorrado algunos malos ratos o rechazos innecesarios.

Pero acá estoy hoy, dispuesta a preguntarlo. En caso de ser negativa la respuesta o de un simple "pero", replicar "donde no es bienvenida mi hija, no entro yo" y sonreír.

Lo digo porque es bastante común que las madres dejemos a nuestros bebés en brazos de terceros para poder hacer ciertas cosas como asistir a clases, dar clases, vender publicidad, asistir a seminarios y conferencias. Lo digo sin juzgar a nadie, sabemos que es un asunto cultural o de leyes sociales tácitas.

Ya me han dicho antes que debo buscar quien cuide a mi hija para salir a vender mi proyecto porque está mal visto que ande con ella encima y atienda sus necesidades delante de un cliente o me va a restar energía y tiempo para vender, o que si la llevo conmigo a los seminarios sobre ventas no voy a prestar suficiente atención. Y la cumbre fue aquella señora que me iba a alquilar un espacio para dictar talleres sobre preparación para el nacimiento, quien me dijo que no podría tener a mi hija conmigo porque iba a estorbar en las clases. Sin hablar de la cantidad de veces que me han preguntado cuándo la voy a meter en una guardería. 

Para mi suerte, aunque en ese momento no lo pensara así, muy pocas veces he conseguido quien me la cuide. Claro que sí cansa más salir con ella, claro que sí me resta energía y tiempo para otras cosas, pero es mi responsabilidad y fue mi decisión. Fui yo la adulta que deseó traerla al mundo, fui yo la adulta que hizo el amor y pensó en su llegada. ¿Por qué, sabiendo que su necesidad biológica natural es estar conmigo, voy a hacer que ella pague las consecuencias?, ¿por qué tenemos que quitarle el lugar a nuestros hijos para cumplir con otros?. ¿En qué momento se decidió que hacer las cosas con los muchachos encima era mal visto o era una esclavitud?.

Y veo tan pocos los ejemplos de la posibilidad de andar con los hijos y ser profesional. Es como si se pretendiese que la maternidad sea un traje que se quita y se pone según la ocasión y correcto comportamiento.

La psicóloga Leslie Power Labbe da conferencias en universidades chilenas y viaja por todo su país con sus "guaguas" encima. Los doulas Janeth Ivimas y Elvis Canino dan talleres con su hija de acompañante. Jenny Soto va clases con sus hijas.

Quisiera que llegase el día en que fuese natural que las mamás no dejasen de ser madres para ser profesionales. Quisiera que un día sea aceptado que las mamás funcionamos "a medias" y que nuestras crías merecen que su lugar en nuestras vidas sea respetado. Quisiera que llegase el día en que hubiese más empatía hacia la maternidad, que escuchemos menos "vas a tener que buscar quien te la cuide mientras tanto", y escuchemos más "trae a tu chamo que entre todos te ayudamos". Quisiera ver el día en que los clientes se sorprendan menos y se alegren más por ver a las vendedoras y trabajadoras cargando a sus hijos.

Louisiana Panagua

jueves, 3 de octubre de 2013

La Carta de Mario y su opinión sobre Una Nueva Paternidad!


Mario es un Papá comprometido... muy comprometido con su paternidad (al leer su carta sabrán cuanto), que decidió compartir su experiencia sobre su lectura del libro "Una Nueva Paternidad", añadiendo hermosas anécdotas sobre su propia experiencia. 
Debo confesarles que aún se me hace un nudo en la garganta al releerla, y que tanto mi esposa como yo derramamos unas cuantas lágrimas a la primera lectura, que decidimos hacer juntos. 
No deseo extenderme, solo quiero que ustedes mismos sientan la cercanía del corazón de Mario y su hermosa familia como lo he sentido yo. Acá les dejo, tal cual lo recibí, el escrito que Mario me envió: 

"Hola Elvis, te cuento como me fue al leer el libro, que aun no termino, acabo de finalizar toda la parte que tu escribiste, bueno antes que nada, deja me presento como es debido, soy Mario Vázquez, tengo 35 años, soy papá de oficio tiempo completo y trabajo como Ingeniero en Sistemas, tengo 7 años con 6 meses de estar casado con la mujer más hermosa del mundo que se llama Maritere Medina de 34 años y es mamá y ama de casa de oficio y profesión, a grado maestría y doctorado, por que a como me a ayudado a comprender todo este mundo de la paternidad, su naturaleza esta tan fuerte que gracias a ella nos revelamos de este mundo tan cerrado y poco amoroso, somos Mexicanos, vivimos en Guadalajara México, tenemos dos pequeños hermosos Luis Mario de 3 años 8 meses, acaba de comenzar en la escuela, tiene 3 semanas, esta asistiendo a Escuela Waldorf Niño Magico de Guadalajara, es una experiencia MARAVILLOSA para la familia y Diego Eduardo de 11 meses, ambos vinieron al mundo de forma respetuosa parto natural y en agua, Luis en una clínica preparada para estos eventos que proporcionan respeto e intimidad para lograrlo y Eduardo en casa, ambos sin anestesia y sin complicaciones gracias a Dios, ambos fueron prematuros, Luis de 7 meses y Diego de 8 meses, con Luis no tubo complicaciones, pero si estuvo muy pequeño y no podía succionar aun de la Teta de mamá, por lo que lo tuvimos en casa con el método Kanguro y alimentándolo con la leche de mamá en pipetas o jeringas y con una sonda pegada en nuestro dedo meñique, quiero confesar que fueron días y semanas muy duras, pedí permiso en el trabajo para faltar casi 3 semanas y fue una experiencia muy dura y difícil y ni se diga para mi esposa cuando tuve que regresar a trabajar, la admiro por su fortaleza e integridad, el alejarse de todas las recomendaciones bien intencionadas pero para nada amorosas y respetuosas para el bebe, eso acompañado con el desgaste físico de estarle alimentando cada hora 5 ml de leche materna con una jeringa y una sonda, las 24 horas, para que creciera y se pusiera fuerte, por que estaba muy pequeñito y débil, además de que a los 3 días le dio ictericia, se le dieron sus bañitos de sol, pero tuvimos que darle fototerapia y no encontrábamos los primeros días un equipo que rentáramos, tuvimos que ir a un hospital y cada hora teníamos que cambiarlo de posición para la fototerapia y cuidar que no le diera la luz a los ojos, y cada toma de leche podría durar entre 20 y 40 mins, por lo que al terminar solo nos quedaban a veces 20 mins para dormir o descansar o comer o hacer otras actividades por que después venia la otra toma, era cada hora junto con el cambio de posición de la fototerapia, en la noche era algo complicadisimo a veces nos quedábamos dormidos los dos rendidos por el cansancio y despertábamos con 30 mins de retraso en la toma y las preocupaciones de si no le hará mal, que no se nos muera, fue muy difícil, pero a la vez gratificante, por que a partir de ahí el mundo nos cambio, hemos leído de niños que traen consigo estrella y luz, y nosotros creemos firmemente que Luis lo trajo para nuestra familia (nos enseño el camino y sus instrucciones), por que nos cambio para bien de todos la vida, a partir de ahí, mi esposa se puso en contacto fuertemente con su lado natural (y digo mi esposa por que yo siempre he sido y sigo siendo mas testarudo y necio, aunque ya cada vez menos) y comenzamos una aventura que nos ha hecho ver la vida y la mapaternidad de una forma increíblemente hermosa, no vemos la vida sin estar con ellos y acompañarlos respetuosamente en todo lo que van dictando sus necesidades, con Diego todo fue viento en popa, en cuanto dieron 3 puntadas de un pequeño desgarre a mi esposa, se puso a comer y comer y comer con una alegría que yo creo que solo la de sus papás era mayor al ver que se prendia por primera vez a escasos minutos de nacer de la Teta de mamá, jejeje, y a partir de ahí, hay miles de historias, anécdotas y situaciones que seguramente las comprendes perfectamente por que al oírte tus experiencias y escritos nos sentimos plenamente identificados, y ahora si, en cuanto a el libro, primeramente FELICIDADES y mención honorifica, , te sigo desde los escritos que pones en tu Blog y siempre me emociono e identifico y sobre todo me ayuda mucho a centrarme nuevamente en mi nueva paternidad, me cargo de buena vibra, positivismo y alegría por vivir plenamente. 
El prólogo de Carlos González, bueno, para nosotros es un Guru en todo esto, es con quien comenzamos con el libro Bésame Mucho y todos los demás los tenemos no solo en físico (hojas) también en archivo pdf y sobre todo los llevamos bien grabaditos en mente y corazón, entonces desde ahí, para nosotros acertadísimo poner a Carlos Gonzalez, que tuvimos oportunidad de conocerlo cuando vino a comienzos de este año acá a México, es un tipo FABULOSO, empezando con todo el libro. 
Posteriormente Mireia, tenemos menos tiempo de seguirla, pero la seguimos en Facebook y la Pedagogía Blanca, nos encanta la sencillez y lucidez con que dice sus palabras, ya esperamos mi esposa y yo con ansias su libro de Educación sin Violencia. 
Con Armando Bastida y Alejandro Busto, no teníamos el gusto de conocerlos, pero definitivamente nos sentimos totalmente identificados y de igual forma sus escritos y anecdotas se nos hacen muy buenas, nos llegaron. Ahora voy contigo, la verdad tremendo Elvis, me senti totalmente identificado, emocionado, el hecho de saber que no soy yo solo contra la corriente, que no soy el bicho raro que mis padres, hermanos, primos, parientes en general, asi como amigos y compañeros de trabajo me hacen ver y sentir, eso me da una fuerza tremenda, un empoderamiento de mis acciones y de confesar que en momentos de flaqueza de que tu cultura y educación tradicional te hacen dudar, recurro a todos ustedes y me devuelven la cordura y tranquilidad, al igual que al ver a mis hijos crecer sanamente en todo aspecto. 
Lo confieso me emocione hasta las lagrimas en varias ocasiones por tus palabras, por sentirme plenamente identificado, por la dulzura de tus acciones, de tus ejemplos de tu lista personal para pasar tiempo en familia, no que bárbaro, definitivamente me hiciste llorar de plenitud y alegría de recordarnos lo bien que podemos pasarlo en familia, que ya lo hacemos como jugar en el jardín con los perros y muchas opciones más de las que propones, te tomare prestadas más de una para nuestra familia. 
Y definitivamente cuando ya termine con llanto abierto con moco salido y todo, fue cuando nos compartiste el poema que hizo tu esposa, muy bonitas palabras y muy necesarias en estos tiempos. 
Aun sigo caminando y aprendiendo muchas cosas, pero sobre todo me he dado este año a la tarea de sanear y de reeducarme como persona, tanto yo como mi esposa lo necesitamos, por que sin duda que primero tenemos que empezar con nosotros para poder enseñarles a nuestros hijos toda esta verdad, hermosura y goce de vida, desde este punto de vista tan amoroso, respetuoso y perfecto. 
Hay días y momentos en que avanzamos mucho y hay días en que retrocedemos, cometemos errores y metemos la pata, pero no hay ocasión en que no lo aceptemos y pidamos perdón, por que finalmente somos seres humanos imperfectos, en busca de un crecimiento constante, y lo que mas nos deja siempre yo creo que a todos es el ver a nuestros hijos plenos, saludables, libres de maldad, en un mundo tan contaminado, encontramos un pequeño OASIS y una parada obligada para prevalecer su inocencia, muchas gracias por permitirme compartir estas palabras contigo Elvis, seguimos leyendo y seguimos en contacto, cualquier cosa, estamos a la orden, Saludos y Gracias. Mario."

Gracias, Mario Vásquez por abrirnos tu corazón y por demostrarnos que la Nueva Paternidad es una realidad vigente y no una Utopía lejana. 
Y que Dios bendiga por siempre a esa hermosa familia que tienes.

(Elvis Canino)