sábado, 4 de mayo de 2013

Enojo de Madre e Hija.


Lo escribió una amiga y deseo compartirlo con ustedes con el permiso de ella: 
Soy mamá con defectos y he caído en lo mismo que todas: no he superado una que otra pataleta de mi hija. Casi siempre por la misma razón: yo misma estoy armando mi propia pataleta.

Anoche, ella quería seguir viendo comiquitas y yo quería que se durmiese porque me estaba pidiendo atención mientras tenía muchas cosas por hacer. Eran las 9.45 pm. Vi que bostezó, así que me apuré en darle un baño y gastar sus "últimas energías".

Nos metimos en el cuarto y cuando ya estaba casi dormida, se reanimó y empezó a jugar. Mi frustración, por ver mis planes caídos, mi cansancio, la necesidad de seguir trabajando sin interrupciones un rato, empezó a gestarse in crescendo. La frustración de ella por querer seguir despierta hizo su tanto.

Empezaron las llorantinas, los arqueos, sus ojos en mis ojos y sus manos señalando la puerta. Trato de calmarla, de distraerla, pero ella está tan firme en salir como yo en dormirla. La cosa se me va de las manos cuando ofrezco distraerla con un móvil y ella jugando casi lo rompe. Como no quise seguir distrayéndola así la pataleta de ella llegó al clímax y la mía también. Gritos de ambas, enfurruñamientos, empujones, caminatas de un lado a otro en el cuarto.

Recordé que una conocida me dijo en alguna oportunidad que debía asustarla para que dejase de llorar y aunque me pareció una aberración, no se por qué carrizo lo hice, esa era yo haciéndole caso a un consejo que no se parece a lo que yo predico, a mis principios de crianza. Le di una voltereta y la puse en la cama. Eso empeoró las cosas para las dos. Ella asustada y frustrada y yo con cargo de conciencia y frustrada.

No sé por qué reaccioné tan mal ni por qué me comporté como otra bebé en medio de una pataleta. Hay otras formas más respetuosas de acabar con el asunto.

Ya no importaba, quería que se callara, no quería seguir viéndola llorar. Salí con ella y caminé a donde me pedía, puse las comiquitas, me senté con ella en el mueble, la abracé, la calmé con besos y palabras suaves y lloré. Lloré como una niña. Ella se calmó en mi pecho. Recordé que estoy sola, que el papá de mi hija no aparece desde hace más de ocho meses, que no soñé con esto, que yo soñé con que él estuviese aquí y que yo pudiese pedirle ayuda cuando sintiese que iba a explotar, que como todas las madres idealicé la maternidad y las reacciones de los bebés, que aunque trato en lo posible de criar positivamente y con respeto, no quiere decir que no me vaya a enfrentar a lo que viven las demás madres del mundo. Lloré porque no supe manejar su pataleta con inteligencia emocional, sino que viví mi propia pataleta.

Lloré porque pensé en mi mamá, en las sandalias volando, en los gritos, en las groserías. Mi mamá fue la mejor mamá del mundo,pero también tenía sus explosiones y para aquel entonces yo ni pensaba en juzgarla como violenta porque ese tipo de tratos estaban (y lo siguen estando)institucionalizados y aceptados en nuestra sociedad. Me vi ante mamá,comprendiendo sus gritos y explosiones de estrés, todas las cosas con las que tenía que lidiar, el trabajo, la falta de plata, el desalojo inminente, las infidelidades y los sueños locos de papá... y con nosotras, mis tres hermanas y yo, nuestras necesidades físicas y emocionales, nuestras peleas, nuestras pataletas, nuestras soledades acompañadas.

¿Por qué no dejarme de pendejadas y simplemente esperar a que le viniese el sueño?
¿Por qué ese miedo infinito a que se le volteen los horarios y esa morbosa necesidad de encausarme en patrones culturales sobre el sueño infantil de los que siempre resiento?
¿Por qué cerrarme tanto y esperar a que ella  y yo lleguemos a ese punto en una pataleta?

Cuando Mariana al fin se durmió, a las 12 de la noche, le escribí a una amiga. Aprendiz de doula y baluarte de la crianza respetuosa. El alma en el piso y una voz chillona sirviendo de consciencia,golpeando con un mazo mi cabeza. Hablamos por una hora en la que lloré (ella no me vio) y descargué toda mi tristeza y frustración.

Estas fueron sus palabras sanadoras: "Sabes? Creo que se trata también de que ellas nos vean como humanas, nos equivocamos, pedimos perdón y lo volvemos a intentar.
Nada cambia, ella te seguirá amando igual y tú a ella. Enseñarles que no somos perfectas es mejor que siempre, SIEMPRE estar con la sonrisa, pues a veces no es 100% real...

Perdónate, lo haces muy bien, todo lo bien que humanamente puedes y además estás aprendiendo, eso no lo dejamos de hacer nunca. Y nos encontramos con nuestra niña de quizá la misma edad, la cual hay que resolver... y eso no acaba, pues nos seguiremos identificando con ellas. Es un trabajo constante, mientras ella te perciba cerca y sepa que las emociones son así, que se puede madurar, crecer.

Esas imágenes de tu mamá son las que te toca sanar, escoger cómo actuarás cuando te toque estar en la misma situación.

Entonces domina a tus frustraciones y a la vez, muéstrale cómo se hace, aunque no lo logres el 100 de las veces, ella aprenderá que se puede hacer algo al respecto. Si te sirve, a mí me ayuda de pronto decirle que gritemos, (consejo de Isabella), gritamos sin sentido, nos relajamos, ella se ríe y yo me desahogo… ¡jeje!

Otra es vocalizar, cantar mientras ella hace la pataleta, así desfogas energía, agarras paciencia, te da tiempo de pensar qué realmente quieres hacer. Puedes vocalizar muy alto o una canción tranquilizante en voz baja.
Sí! De verdad funciona! Yo tampoco tuve muy buen ejemplo, mi mamá se pasaba trabajando y estaba bien estresada, explotaba con mi hermana y conmigo con facilidad"

Pero igual que tú, tengo clarito que no quiero que me copie, haremos nuestro mayor esfuerzo y si aun así no lo hacemos bien, nos perdonaremos, ¿verdad? =)"

Allí estaba una doula en su papel de acompañamiento durante el puerperio, mi puerperio. Eran ya las tres de la mañana y, aunque no me sentía mejor, al menos me sentía más humana, más tranquila, con ánimos de superar este bache y sintiendo que podía reparar el daño.

Y comparto con ustedes mi experiencia porque sé que todas pasamos por allí, porque sé que estos consejos pueden servir a otra madre, como en mi caso, soltera, que tenga que hacer malabares con la vida y con las pataletas de su bebé, aun cuando no todas las mamás van a reaccionar igual que yo.

Me queda mucho trabajo por hacer, mucho que tratar con mi niña interior, eso sí.
Louisiana Panagua

21 comentarios:

  1. Ohhh, cuan identificada me siento con la situación...soy una "madre de 15 meses" y últimamente he hecho mas de una pataleta...y también luego pienso en lo que pensará mi hijo sobre mi al verme en ese estado...
    Gracias por mostrarme respuestas, también tuve una madre que se frustraba y nos golpeaba y gritaba de todo y mas, y siempre tuve claro que no quiero ser ese tipo de madre...pero a veces sale...
    Gracias, me quedo reflexionando.
    Y ánimos! para seguir adelante de la forma que creemos y queremos...

    ResponderEliminar
  2. ME ENCANTA TU COMENTARIO; YO TENGO UN HIJO DE CATORCE MESES Y CUANDO EL HACE PATALETA YO TAMBIEN; TERMINAMOS LLORANDO, LUEGO NOS CALMAMOS Y EMPEZAMOS A REIR LOS DOS; SEGURAMENTE EL ME VE DE IGUAL A IGUAL CUANDO HAGO ESTO Y AHI TERMINA EL DRAMA; SIGO EN MI PROCESO DE APRENDIZAJE Y AMANDOLO CADA DIA MAS...

    ResponderEliminar
  3. No pude evitar emocionarme... Precioso aporte!!! Gracias por compartirlo.

    ResponderEliminar
  4. Simplemente me encuentro llorando, no sabes lo que significo para mí leer esta vivencia que nos compartiste...tengo una hija de 15 meses y llevamos una que otra pataleta, las que me han dejado el corazón destrozado...cada día voy mejorando voy inventando mis propias "técnicas" para no actuar de la forma en que actuaron mis padres...yo trato de criar con mucho respeto...nada mas puedo decir GRACIAS...

    ResponderEliminar
  5. Que lindo, lloré un monton leyendo el articulo. Gracias a ti por compartir y a tu Doula por esas palabras tan bonitas, nos olvidamos con facilidad de querernos con nuestros defectos, y en cima de todo la culpa que siempre nos acecha a mujeres y madres, tanto camino aún por andar!! Y lo lindo que es levantarse despues de un tropiezo!

    ResponderEliminar
  6. Yo estoy esperando mi primer bebe, y hasta ahora siento que lo mejor que uno puede leer es voz de experiencia, de realidades igual llore, pronto vivire esa situacción y me da mucho miedo como actuaré, pero ahi dice somos humanos cometemos errores, pero no por eso nuestros hijos nos dejaran de amar y menos nosotros a ellos. :)

    ResponderEliminar
  7. Gracias de corazón por compartir estas palabras... Qué necesarias, que se hable también de los fallos, de cuando no conseguimos y caemos en lo que tanto repudiamos de "la forma de hacer" de los demás! Hasta la más comprometida con la crianza respetuosa y amorosa tiene accesos de rabia y de pérdida de control.
    Sólo añadir mi experiencia, en la que por supuesto hay algunos episodios de estos terribles, y lo que no me falta luego nunca es pedirle perdón a mi hija: Le explico que no me gusta ponerme así, que me siento muy triste de haberlo hecho, y que lo intentaré hacer mejor la próxima vez. Y que lo siento mucho, ¿me perdonas?... Y generalmente ahí nos abrazamos y besamos; aunque también una vez ella siguió en su enfado y lo respeté hasta que vino a buscarme un poco después para darme ese abrazo sanador, para mí desde luego, para las dos supongo.
    Gracias una vez más por compartir tanta humanidad... Os dejo una cita de un libro maravilloso "Recetas de lluvia y azúcar", sobre la culpa:
    "(La culpa hay que) Convertirla en un error, entonces se aprende"

    ResponderEliminar
  8. Que valiente Elvis compartir ésto, es tan real y cotidiano!. En lo que a mi respecta sufrí lo mismo con mi hijo mayor incontables veces, desde muy pequeño hasta hoy con casi 9 años. Siento que él sigue repitiendo estos episodios como forma refleja de mi propia intolerancia, y lo que recalca esta sensación es mi hijo menor ,con el cual, ya más fogueada no cometí el mismo error; el resultado es que el pequeño no hace pataletas más allá de lo normal en un niño corriente, sin embargo el mayor las repite cotidianamente ante cualquier cosa que se salga de su lugar. Es cierto que de los errores se aprende, pero me duele hasta el día de hoy ver mi intolerancia reflejada en mi niño; Mi opinión es que cuando aún son pequeños, o sea hasta los 3-4 años hay que estar siempre dispuestos (como adultos:) a frustrarnos, si bien nosotros, los padres, somos quienes marcamos y ponemos las reglas, tenemos que estar dispuestos a que las cosas no van a salir como nosotros esperamos y que el 80% de las veces van a fracasar. Creo que la frustración con la consiguiente "pataleta" de las Mamás, viene siempre que nosotras esperamos que el plan que nos trazamos (soliendo ser éste rígido y esquematizado,como lo es la vida del adulto) se estropea y ahí, pluf! explotamos. En la crianza con respeto hay que entender que en el mundo de los pequeños no hay horarios estrictos,ni la prioridad es que la casa esté limpia, ni el trabajo terminado, ni que hayamos podido cumplir a pie y juntillas con la agenda del día; y la clave está en fluir en el caos y entregarse a él con amor!. Una vez más grandes, y adquirida una mayor capacidad de comprensión verbal y del mundo que los rodea, y del tiempo y de las rutinas, entonces sí podemos esperar que ellos asimilen ésto o entiendan el límite, pero es algo que va dejando su impronta a lo largo de los años y no lo aprenden ni en días,ni en semanas o meses. Me cansé de leerlo en cientos de libros, hay que repetir la premisa "ahora no por que es la hora de dormir", seguida de la acción: apagar la luz y acostarlos en su camita, si hay que repetirlo 50 veces en una noche, pues, hay que hacerlo, ni modo...lo que los libros no aclaran, es que el niño comprende el verdadero significado de ésto pasados los 4 años; con lo cual si esa situación se vuelve a repetir de vez en cuando mientras son pequeños,es totalmente normal. Me explayé, espero sirva :) no creo que nadie tenga la paciencia de leer semejante choclo :-s

    ResponderEliminar
  9. WOW! Nos has ayudado a muchas! Infinitas gracias, no estás sola!

    ResponderEliminar
  10. Gracias Nani, te leí también :)
    Infinitas gracias por el artículo. Me está pasando últimamente esto de "las pataletas"...las mías...las de ella....la amo con locura y a veces me siento tan perdida

    ResponderEliminar
  11. MI BEBE TIENE 7 MESES Y MEDIO YA LE HAN DADO ESAS COSAS DE LLORAR Y QUE NO SE PORQUE ME AFLIJO Y LLORO CON EL QUE HAGO PARA PODER AYUDARLO NO LLORAR CON EL

    ResponderEliminar
  12. Wuoooooouuu, me llegó al corazón, me sentí tan identificada, mi corazón fue removido. Gracias por compartir tu testimonio. Soy madre de mellizos de 7 meses y si bien aún no vivo esas situaciones, sí he tenido cosillas similares y veo también a otras mamás que viven lo que comentas. Qué importante es saber que no estamos solas. Yo también canto cuando no entiendo los llantos de mis hijos, para descargar y mentalizar en mi próxima acción, a ver si resulta algo! jejeje
    Yo también comencé con un blog hace casi 3 semanas, también quiero compartir mi experiencia así que les dejo el link por si quieren leerme:
    http://latribuvirtualdemama.blogspot.com
    Cariños y gracias!

    ResponderEliminar
  13. Muchas, muchísimas gracias. Me hacía falta.

    ResponderEliminar
  14. Jmm....que puedo decir....casi 100% identificada, a veces siento que soy pesima mama por gritar, por hacer berrinches, por no aguantar,, por no tener paciencia..ufff muchas gracias!

    Que seria de nosotras sin esta gran red de apoyo

    ResponderEliminar
  15. Qué pena dan ustedes administradores... si alguien opina que no deben imponer las cosas... paff, van y le impiden poder opinar, cuando se hace con todo el buen grado y respetando buenas costumbres... DE VERDAD... QUÉ TOLERANTES, QUÉ BUENA MANERA DE SER REFLEJOS DE OPINIÓN, DE CONTRASTE DE OPINIONES... QUÉ MAL... MIS COMENTARIOS TODOS AYUDABAN A LAS MADRES...

    ResponderEliminar
  16. esto parece escrito por mi.. gracias por compartirlo a veces las cosas se salen de control y uno queda hecha añicos, empezar a perdonarse uno mismo y empezar a entender que hay deias de dias y que seguramente mañana sera un dia mejor.... y en medio del caos tratar de recordar la noche feliz donde se durmio diceindote mama te amo... tomar animo y continuar.

    ResponderEliminar
  17. gracias por la valentìa de compartir tu experiencia, creo que este trabajo tan maravilloso y doloroso de ser mamà es difìcil cuando queremos hacer las cosas de la manera màs sana posible....pero es la formaciòn de un ser....a cargo de un ser imperfecto...entonces no nos castiguemos tanto. mostrèmosle a nuestros hijos q tambièn podemos equivocarnos, pedir perdòn, pero tambièn lìmites claros chicas porque los necesitan, necesitan un borde que los sostenga y encuadre sino la sensaciòn de que estàn perdidos es muuuuy conflictiva en seres tan pequeños. imagìnense que llegan 5 min tarde al trabajo, su jefe no les dice nada. al otro dìa ya llegas 10 min tarde, te mira y te pide q no lo hagas màs...al otro dìa de nueveo 10 min tarde....te dice tu jefe, pero ya te dije que no lo hagas màs!...al otro dìa vuelves a llegar tarde y te reta y te dice por favor llega a horario.......y uno se siente bastante mal en el fondo, aunque ya es adulto, porque te parece poco serio...y pensàs...dònde està el lìmite....si este señor que es el que lleva la empresa adelante (en el caso de ser mamà serìa..si esta mujer que es la q supuestamente me guìa y me acompaña y me ayudarà a crecer, educarme, etc etc) no puede ponerme un lìmite claro ante mis llegadas tardes (siendo mamà seria, no puede lograr que yo deje de pegar con el bate en la pared de casa, piensa el niño...) estoy entonces en un trabajo inseguro que no me proporcionarà nada de crecimiento ni desafìo etc etc, el niño piensa, quièn me va a cuidar...?
    nani tambièn te leì
    gracias a todas por compartir.
    saludos

    ResponderEliminar
  18. Tengo una nina de 20 meses y nose que hacer, con sus pataletas se pone muy nerviosa muy frustrada y grita muchísimo nose porque sera tal vez sea porque por la tarde no siempre echa la siesta ya que esta dejando su chupete pero nose como hace para que por la tarde descanse, tengo mucho miedo a vces de que duerma la tarde casi dos hora ya que por la noche me duerme casi sirmpre a la 2 o 3 de la mañana y ya nose como regularle o hacer para que descanse y duerma trankila.
    Tu historia es un poco familiar a la mia siendo distinto el que yo tngo mi pareja pero avces una se siento como si fuera madre sola porque no siempre nos entienden y no tienen casi la misma paciencia que nostras es mucha ayuda tu historia.

    ResponderEliminar